MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP, Mariano Rajoy, consideró que la economía "debe ser la prioridad básica de la acción del Gobierno" y, por ello, enfatizó que, si consigue ser presidente tras las elecciones generales, la "prioridad" del Ejecutivo que él lidere serán las "reformas económicas".
En una entrevista al diario 'Negocio' recogida por Europa Press, el líder de la oposición abogó por "continuar" el proceso de reformas que llevó a cabo durante el ocho año el Gobierno de José María Aznar y que, según dijo, han constituido, "sin duda alguna", la base para que haya producido "un cremiento importante a lo largo de los últimos años".
En contraposición al inmovilismo en materia económica que, según Rajoy, ha caracterizado al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero --una política de don Tancredo, dijo--, el máximo dirigente de los populares destacó que la "primera receta económica" que adoptaría como presidente del Gobierno sería la de "hacer de la economía y la competitividad de la economía española el eje básico de actuación".
En este sentido, el presidente del PP abogó por rebajar la presión fiscal, liberalizar y flexibilizar el mercado sin perder la paz social, adaptarse a la globalización o lograr la confianza de los mercados y, en este sentido, se mostró partidario de que los órganos reguladores sean elegidos por las Cortes con un quórum cualificado, entre otras medidas.
Aunque reconoció que el modelo económico español "ha crecido por el consumo interno y la construcción", el líder del PP apostó por un modelo económico similar al de "los países nórdicos, Irlanda, Holanda y Reino Unido: actividades de mucho valor añadido". Para ello, dijo, es necesaria "mucha innovación, una drástica mejora de la educación y la formación".
Un modelo económico "donde seamos capaces de exportar más, de reducir nuestro déficit exterior", algo que "sólo se puede hacer mejorando la productividad", una política energética "fruto de un gran consenso nacional fuera del debate electoral" y empresas españolas que "salgan lo más posible al extranjero", fueron otras de sus apuestas en esta materia.
REBAJA DE LA PRESIÓN FISCAL: 2% DEL PIB
Rajoy reiteró los compromisos anunciados recientemente en materia de impuestos (rebaja del Impuesto de Sociedades del 30% al 25% en el tipo general y del 25% al 20% para las pymes; eliminar el Impuesto sobre Patrimonio, reformar el Impuesto de Transmisiones, cita entre otras) y, sobre este punto, adelantó que esas reformas pueden suponer un 2% del PIB en ocho años.
En otro orden de cosas, el líder del PP consideró necesario el "mantenimiento de la paz social" y una "mayor flexibilidad" en el mercado laboral, mientras que en materia de pensiones apostó por reunir "pronto" el Pacto de Toledo y lograr ahí un gran acuerdo nacional" y, en cuanto a vivienda, resaltó que, "si se pudiera hacer", lo "más razonable" sería "la liberalización del suelo".
Apostó, igualmente, por unos organismos reguladores nombrados por las Cortes con un quórum cualificado porque, precisó, un "Gobierno tiene que saber que su función es gobernar, pero que hay asuntos que son del mercado y que se los tiene que dejar al mercado".
Por último, Rajoy enfatizó la influencia de la política exterior en la economía y subrayó la importancia que tienen la "confianza" y la "credibilidad" que pueda generar un Gobieno a la hora de invertir en nuestro país. "La clave es ser atractivo, generar confianza, tener una política exterior normal y, sobre todo, generar previsibilidad en las decisiones que uno pueda adoptar", resumió.
