Uno de los hijos de Ruiz-Mateos deriva responsabilidades en su padre por la presunta estafa al Grupo Miralles

Zoilo Ruíz-Mateos
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 27 julio 2011 14:48

Afirma ante la jueza que la crisis y los problemas puestos por los bancos les impidieron hacer frente a los pagos pactados

PALMA DE MALLORCA, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

Zoilo Ruiz-Mateos, uno de los seis hijos del fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, imputados por estafar presuntamente 13,9 millones de euros a Inversiones Grupo Miralles (IGM) en la operación de compraventa del hotel Eurocalas de Mallorca, ha derivado responsabilidades en su padre al aseverar que fue éste quien llevó a cabo todas las negociaciones. Es más, el encausado ha aseverado que la crisis económica y los obstáculos puestos por los bancos impidieron que la familia pudiera hacer frente a los pagos pactados con IGM.

Durante su declaración ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, Raquel Crespo, el empresario ha remarcado que el patriarca de Nueva Rumasa era quien "tomaba las decisiones", no el consejo de administración, presidido por Zoilo.

También esta jornada estaba citado el propio José María Ruiz-Mateos, quien finalmente no ha comparecido después de que su abogado, Ignacio Peláez, haya presentado un escrito en el que alegaba enfermedad -unas fiebres le mantienen indispuesto en su domicilio, según el parte médico aportado ante el Juzgado- como motivo por el que su patrocinado no ha podido acudir a los Juzgados de Vía Alemania.

La jueza le había emplazado a declarar a raíz de la querella interpuesta por el Grupo Miralles contra el empresario y sus seis hijos varones por un presunto delito de estafa en la compraventa del Hotel Eurocalas, en Calas de Mallorca. Por su parte, el viernes depondrán Alfonso y Pablo Ruiz-Mateos, mientras que ya en septiembre, el día 19 están citados los representantes legales de la sociedad Calwell Alliance, Zoilo Pazos Jiménez (sobrino de Ruiz-Mateos) y el empresario Nicolás Faure.

"AL INICIO E INCLUSO AHORA TENEMOS VOLUNTAD DE PAGAR"

Tras aseverar que no conoce los términos concretos del contrato suscrito en julio de 2005 entre IGM y Calwell -perteneciente a Ruiz-Mateos- para proceder a la compraventa, en el que también consta su firma, ha apuntado que su padre dijo a sus hijos que firmasen para avalar la operación y que "la voluntad de cumplimiento siempre ha existido". "Al inicio del contrato e incluso ahora tenemos voluntad de pagar", ha remachado.

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