EL CARPIO (VALLADOLID), 16 May. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, cifró hoy en más de 24 millones de euros los gastos a los que tuvo que hacer frente la Junta de Castilla y León para sufragar todas las medidas puestas en marchas en los últimos diez meses para atajar la plaga de topillos que padeció la Comunidad Autónoma y que en estos momentos se ha reducido en un 92 por ciento, con una densidad actual de 110 topillos por hectárea, que calificó de "normal".
Dicho esto, la consejera recordó que existe un compromiso del Gobierno central para sufragar el 50 por ciento de las medidas para paliar la plaga. "Están en ello", confirmó Clemente, quien informó de que el Ejecutivo de la nación tiene prevista ya una primera partida de más de cuatro millones de euros que irá a un próximo Consejo de Ministros, "y así sucesivamente en próximas convocatorias".
Clemente realizó estas declaraciones durante una visita a la localidad vallisoletana de El Carpio, epicentro de la plaga de topillos, en la que confirmó que el problema está controlado y donde anunció que el Plan Director de Plagas comprometido por el Gobierno de la región estará aprobado a finales del próximo mes de junio.
A partir de ahí, en los próximos seis meses se elaborará un procedimiento de actuación y se constituirá una red de vigilancia para evitar la reproducción de futuras plagas. Hasta entonces, se mantendrá una veintena de técnicos en el territorio --en la actualidad el dispositivo es de 190 técnicos, que pasará a 20 el próximo 30 de mayo-- para seguir controlando la plaga y retirando los tubos repartidos en el terreno y se desarrollarán tres proyectos de investigación anunciados hoy por la consejera y que contarán con las participación de las universidades públicas de la Región.
TRES PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN DE PREVENCIÓN.
En concreto, el primero de estos proyectos de investigación, en colaboración con la Universidad de Valladolid, tendrá que ver con la presencia y densidad de roedores en superficies agrícolas de Castilla y León y analizará las diferencias entre cultivos y metodología para estimar abundancia de roedores y la eficacia de los tratamientos.
El segundo se realizará en colaboración con la Universidad de León y girará en torno a la evaluación de la plaga de topillo campesino 2007-2008, incidiendo en la detección de agentes biológicos que afectan a estos roedores, mientras que el tercero, "más ambicioso" y para el que aún no se ha definido la institución universitaria colaboradora, versará sobre la definición y evaluación de un producto específico para el tratamiento químico de las plagas de topillos en colaboración con una empresa privada con experiencia en esta materia.
"Las actuaciones han dado buen resultado y han culminado de manera satisfactoria pero hay que mejorar", consideró la consejera de Agricultura y Ganadería que, tras asegurar que el trabajo desarrollado por la Junta en los últimos diez meses ha permitido evitar daños en los cultivos que están en pie en estos momentos, destacó el "papel decisivo" de los dos productos químicos utilizados en la erradicación de esta plaga --clorofacinona, primero, y bromadiolona, 17 veces más eficaz, después--.
Clemente fue especialmente "contundente y tajante" al advertir de que no se puede atribuir el control y la erradicación de la plaga a la casualidad o a las condiciones meteorológicas si no que ha sido fruto del "esfuerzo permanente y continuado" de la Consejería, de la disposición de suficientes medios materiales y humanos y "del impulso político". "Atribuirlo al clima es no mirar el trabajo y el esfuerzo que desde el Gobierno regional se ha hecho en el campo", sentenció.
"En ningún momento va a dejar de haber técnicos en el terreno", aseveró la consejera, que aprovechó la ocasión también para aclarar que no hay producto químico en el campo mientras que el que está almacenado --hoy tuvo la oportunidad de comprobar 'in situ' la bromadiolona almacenada en El Carpio-- se encuentra en condiciones de "absoluta estanqueidad y totalmente aislado". Clemente informó también de que se ha realizado un "estudio exhaustivo" en el Laboratorio de Toxicología de Burgos de los animales muertos en el campo de Castilla y León que ha descartado la relación de estas muertes con la bromadiolona.
La consejera de Agricultura y Ganadería reconoció que la Administración regional ha aprendido mucho de la experiencia ocasionada por la plaga de topillos y se mostró convencida de que Castilla y León, la primera comunidad autónoma en contar con un Comité Científico y con un plan director de plagas, está "mejor preparada" para afrontar una futura plaga.
Clemente, que realizó un exhaustivo repaso de las actuaciones llevadas a cabo por la Junta en los diez últimos meses, informó de que a lo largo de este tiempo se ha actuado en más de 1.100 municipios de Castilla y León y de que se ha pasado de una densidad de 965 topillos por hectárea en la etapa de mayor eclosión de la plaga, el mes de agosto de 2007, a los 110 topillos/hectárea registrados en la actualidad, un porcentaje "dentro de la normalidad desde el punto de vista biológico".
La consejera de Agricultura y Ganadería compartió esta jornada de trabajo en el campo con los presidentes de las Cámaras Provinciales Agrarias de Ávila, Burgos, Palencia, Valladolid y Zamora, además de técnicos de la Cámara Agraria de Soria, con los representantes de las cuatro organizaciones profesionales agrarias con presencia en Castilla y León y con los alcaldes de las localidades limítrofes a El Carpio, unas de las más afectadas por la plaga de roedores el pasado verano.
Estos colectivos le trasladaron sus principales preocupaciones e inquietudes respecto a la evolución de la población de topillos y, tras felicitar a la consejera y reconocer que se ha conseguido controlar esta plaga, advirtieron de que todavía quedan focos en las zonas o perímetros donde no existían topillos y donde no se actuó con contundencia por lo que abogaron por estar "ojo avizor" y por mantener la presencia de técnicos para evitar un repunte de estos animales.
Del mismo modo, abogaron por poner en marcha un bien servicio de fitopatología de la Junta de Castilla y León en las nueve provincias de la comunidad y con más personal cualificado. "Hay que reforzarlo para que trabaje bien", consideró el presidente de la Cámara Agraria de Palencia que recomendó "atajar de base y en el momento" todos los focos para evitar consecuencias como las del año pasado.
Por su parte, el alcalde de Fresno el Viejo, Ángel Navarro, recordó los elevados gastos a los que tuvieron que hacer frente los municipios afectados por la plaga para contribuir a la erradicación de la misma un llamamiento al que se sumó el secretario regional de UPA, Julio López, que también destacó los gastos ocasionados a los agricultores que, según recordó, sufrieron "daños tremendos" en los cultivos de secano que no pudieron ser compensados por una orden de ayudas que llegó "demasiado tarde" y que impidió dejar testigos en las parcelas.
La consejera de Agricultura y Ganadería recogió el guante y se comprometió a perfeccionar y agilizar las convocatorias de ayudas a las que haya que recurrir en un futuro para que sean "más ajustadas en el tiempo y más ajustadas a las compensaciones de quienes realmente acrediten daños".
Preguntada por las indemnizaciones conocidas esta semana de hasta 53 céntimos de euro para algún cultivador, Clemente aclaró que no se trata de un error sino del porcentaje correspondiente a la definición de la convocatoria si bien abogó por establecer en convocatorias futuras una cantidad mínima para evitar este tipo de "cantidades ínfimas".
Por último, el catedrático de la ULE integrante del Comité de Expertos, Elías Rodríguez Ferri, alabó la decisión de la Junta de acudir a las universidades para lograr la erradicación de la plaga.
Andalucía
