Economía/Macro.- El Banco de España vincula la pobre productividad del comercio a la restrictiva regulación

Actualizado: jueves, 15 junio 2006 16:44

MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Banco de España vinculó hoy la pobre productividad del sector de la distribución comercial al carácter restrictivo y al progresivo endurecimiento de la regulación en España, por lo que subrayó la necesidad de reflexionar sobre la adecuación de este marco normativo.

La entidad, que alude a un informe del Banco Central Europeo (BCE) sobre la productividad en el sector europeo de servicios, destaca "el impacto negativo que la regulación del sector comercial tiene sobre la evolución de su productividad", que es inferior a la del resto de la economía.

En su informe anual de 2005, incide en que que las restricciones normativas en el comercio en España, al igual que sucede en Francia e Italia, "explicarían, al menos en parte, la pobre evolución de la productividad del sector en estos países a lo largo de los últimos años".

El insituto emisor resalta que para España "existe alguna evidencia complementaria que confirmaría este extremo", en referencia tanto a la regulación sobre horarios comerciales como a los requisitos administrativos para el establecimiento de grandes superficies y a la exigencia de una segunda licencia.

Según subraya, el objetivo que se marcó el Gobierno en 2000 de liberalización total de horarios comerciales para 2005, condicionado al acuerdo con los gobiernos regionales, "no sólo no se alcanzó, sino que a partir de esa fecha se estableció un suelo aún más restrictivo en cuanto a horarios de apertura".

La entidad, recuerda que el proceso de liberalización de horarios que puso en marcha el Ejecutivo a mediados de la década de los ochenta se vio ralentizado tras la asunción por las comunidades autónomas de las competencias en comercio interior, lo que en algunos casos amplió los requisitos administrativos para la implantación de cadenas.

Este endurecimiento de la regulación, resalta, se justificó entonces por el objetivo de proporcionar un cierto periodo de transición que permitiera al comercio tradicional acometer las transformaciones necesarias para mejorar su capacidad para competir en un entorno que estaba experimentando un profundo cambio estructural.

RESTRICCIONES A LA COMPETENCIA.

Para el Banco de España, la excesiva carga reguladora del sector de la distribución comercial, situación extensible a toda Europa, supone restricciones a la competencia y obstaculiza el acceso a otros mercados comunitarios, al dificultar que las empresas alcancen el tamaño suficiente para disfrutar de economías de escala.

Así, considera que la creciente divergencia entre el crecimiento de la productividad en Estados Unidos y Europa consiste en "un problema localizado, sobre todo en el sector servicios y, dentro de este y de forma muy marcada, en el sector de la distribución comercial".