PARIS, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, transmitió esta tarde a los representantes del sector francés del automóvil su disposición a poner en marcha "nuevas formas de ayuda", en concreto "préstamos o garantías", que tendrán que diseñarse en coordinación con los socios europeos y la Comisión Europea, según informa el Elíseo en un comunicado.
En todo caso, estas ayudas, como las ya acordadas en el plan de relanzamiento económico anunciado el pasado 4 de diciembre, deben tener como contrapartida un "fuerte compromiso" de los constructores afectados para "mantener y desarrollar su actividad en territorio francés".
Ello implica, por lo tanto, abandonar cualquier política que "estimule de manera deliberada la deslocalización de sus proveedores". Además, es "incompatible" con el cierre de las fábricas de ensamblaje en Francia o con la transferencia fuera del país de la producción del conjunto o parte de una gama de modelos.
El presidente galo también ha recordado a los constructores, con quienes se ha reunido en el Elíseo por espacio de algo más de una hora, la aplicación "estricta, sincera e inmediata" de la reducción de los plazos de pago previstos en la Ley de modernización de la economía, algo a lo que los asistentes a la reunión se han comprometido. Les ha pedido igualmente una reflexión en profundidad sobre la posibilidad de compartir inversiones en los proveedores para el desarrollo de nuevos modelos.
A corto plazo, el mandatario francés mencionó que el decreto instaurando las ayudas de 1.000 euros a quienes lleven su coche de más de diez años al desguace para comprar uno nuevo se publicará en los próximos días y que el dispositivo comenzará a aplicarse en cualquier caso con caracter retroactivo a partir del 4 de diciembre de 2008.
A ello añadió que la financiación destinada a apoyar el crédito para el sector alcanza ya los 779 millones de euros y será de 1.000 millones de aquí a finales de enero. Esta financiación se completará en función de las necesidades, sobre todo ampliando la gama de activos a título colateral como garantía de la financiación.
Por su parte, según el Elíseo, los constructores y las grandes empresas de equipamiento han confirmado su compromiso para participar en el fondo de inversión y reestructuración del sector del automóvil junto al fondo estratégico de inversión. Este fondo estará operativo antes de finales de enero de 2009.
Asimismo, se dará instrucciones a los delegados del Gobierno y a las Tesorerías generales para que examinen de manera global los dossieres del sector en materia de pago de impuestos y cargas sociales.
Finalmente, Sarkozy ha encargado al secretario de Estado de Industria, Luc Chatel, analizar los problemas de competitividad de la industria automovilística francesa para identificar las causas y proponer medidas estructurales, de manera que el sector vuelva a ser exportador neto, reconquiste cuotas de mercado y aumente el valor añadido del automóvil fabricado en Francia.
NUEVA REUNION EN ENERO.
Un elemento fundamental de esta estrategia será el giro tecnológico que puede suponer el coche eléctrico y la puesta en marcha del plan anunciado el pasado 9 de octubre por el propio Sarkozy, quien volverá a reunir de nuevo a los responsables del sector a finales del próximo mes de enero para hacer un nuevo balance de la situación.
A la reunión de esta tarde acudieron el conjunto de representantes del sector, constructores y proveedores, y al encuentro asistieron igualmente la ministra de Economía, Christine Lagarde; el nuevo ministro para la aplicación del Plan de relanzamiento económico, Patrick Devedjian y Luc Chatel.
