Expresan su temor porque la falta de capturas les obligará a ir acercándose paulatinamente a las 200 millas de la costa somalí
BILBAO, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los atuneros españoles que faenan en el Indico -gran parte de ellos vascos- consideran que la intención de la UE de enviar tres aviones militares y tres fragatas -más un barco de apoyo logístico- para proteger a los barcos europeos de la piratería en las costas de Somalia, podría suponer una "pacificación" de la zona, "siempre y cuando comportasen acciones punitivas".
Según informaron a Europa Press desde un atunero con base en Bermeo (Vizcaya) que faena en el Indico, "este miércoles, sin ir más lejos, un mercante de carga general sufrió un intento de secuestro y, a pesar de que un helicóptero de la coalición se desplazó al lugar, tan sólo se limitó a alejarlos".
Por ello, las citadas fuentes indicaron que "si éstas van a ser las medidas, no creemos que se vaya a solventar el problema". "Es más, de no llevar a cabo actos más contundentes, sólo contribuirán a aumentar la inseguridad en la zona, pues los piratas sabrán que pueden hacer lo que quieran, que nadie tomará represalias", agregaron.
Los tripulantes de los atuneros, que conocieron las medidas contra la piratería propuestas por la UE por medio de sus familiares y amigos, lamentaron que los informes del Sistema Mundial de Socorro, que alertan de ataques de piratas contra los barcos, "son ya tan habituales que los tomamos por rutina".
MENOS CAPTURAS
El secuestro del atunero 'Playa de Bakio' y el posterior ataque contra el 'Playa de Anzoras', sumado a otras muchas acciones piratas en zonas cercanas a las aguas juridiccionales de Somalia obligaron a los barcos españoles y franceses, tras un amarre a puerto en Seychelles como medida de protesta, a alejarse a más de 700 millas de la costa de ese país africano, lejos de la zona óptima de pesca.
"Guardamos la mayor distancia posible con el límite exterior de las 200 millas náuticas de Somalia, pero está claro que a medida que el tiempo vaya pasando y no se incrementen las pescas, esa distancia ira reduciéndose, y en estos momentos nadie sabe cuál puede ser una zona segura", manifestaron.
A los atuneros se les juntan los precios acumulados de los combustibles y las pocas capturas registradas hasta la parada de protesta en Seychelles. "Las capturas han comenzado irregulares para acabar, en estos momentos, de forma regularmente mala, así que no creo que haya nadie satisfecho faenando en estos momentos", concluyeron.
