Economía/Pesca.-El presidente de los conserveros apuesta por etiquetar las anchoas con la marca "elaborado en Cantabria"

SANTANDER, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la asociación de Conserveros, Semiconserveros y Salazoneros de Cantabria (CONSESA), Ignacio Sanfilipo, apuesta por etiquetar las anchoas con la marca "elaborado en Cantabria", lo que dará "un valor añadido a la fabricación" regional, porque "anchoas de Cantabria, sólo tenemos nosotros", pero "en Cantabria no tenemos la exclusividad de la anchoa del Cantábrico".

En una entrevista a Radio Nacional de España recogida por Europa Press, Sanfilipo consideró "un error" que hasta ahora "se haya pensado sólo en nuestra especie de anchoa del norte, porque no la hay y no vas a hacer una marca de un producto que no hay".

Al respecto, indicó que desde 2000, "el año que más ha representado la anchoa del caladero norte era un 30 por ciento en pescado fresco", y señaló que a partir de la década de los 70, el porcentaje de esta anchoa en la producción cántabra nunca fue del 100 por cien, por lo que, tras la parada biológica, "comemos anchoas parecidas a las de antes".

En este sentido, explicó que la dificultad de crear la marca de calidad 'anchoa del Cantábrico' deriva de que "es un producto que, a parte de nosotros, lo puede elaborar cualquiera: nadie le quita a un chino de hacer anchoa del Cantábrico".

A ello se suma que es un producto que viene del mar, por lo que a priori se desconoce la cantidad y las características del pescado, y se trata de diferentes formas. "No hay dos anchoas iguales. Hacer un reglamento que incluya puntos homogéneos es dificilimismo, casi imposible, por eso la dificultad de sacar una marca de calidad", indicó, y reiteró su apuesta por "dar valor añadido a la fabricación en Cantabria".

Entre 80 y 95 empresas constituyen el sector conservero de pescado de Cantabria, que facturan unos 280 millones de euros y dan trabajo a 2.800 personas. En la anchoa, CONSESA, que domina el 90 por ciento del facturado en Cantabria y el 65 por ciento en España, da empleo directo a 1.400 personas y factura unos 100-120 millones de euros.

La 'crisis de la anchoa' ha pasado factura al sector de los transformadores pero "de una forma diferente a la que la gente puede pensar", afirmó, y especificó que "la verdadera crisis" la ha sufrido el sector extractivo, "que se ha quedado sin producto". Los transformadores "estamos acostumbrados a esta falta y para nosotros ha sido el antes y el después de una época que arrastramos de los años 70", puntualizó.

"Una industria tiene que llenar su presupuesto con números; yo lleno los números con lo que puedo asegurar y dejo una parte a la lotería, que puede ser el pescado de aquí", aseguró Sanfilipo, cuya familia, procedente de Cecilia, lleva cuatro generaciones trabajando en la salazón.

CALIDAD.

La industria de transformación se ha adaptado a esa pérdida de anchoa del caladero norte buscando productos "de similares características", al que "sabemos dar un punto de salazonado para llegar a la calidad a la que estamos acostumbrados". En opinión de Sanfilipo, en la calidad influye más la elaboración que la materia prima. "El principal valor añadido que tiene nuestro producto lo da el fabricante con su saber hacer y la experiencia de muchos años", aseguró.

Al respecto subrayó que "no hay productos buenos y malos, los hay diferentes y las diferencias las dan los precios", por lo que el futuro del sector de la anchoa, "que ahora está en periodo de reflexión y adaptación", pasa porque cada empresa se posicione "donde quiera estar en el mercado -en un nicho de precio o de calidad-- y a partir de ahí, tome medidas".

En este sentido, recordó que el sector cántabro "domina la anchoa en España" y destacó que las industrias han sido "muy inteligentes al estar en todos los mercados: cualquier fabricante tiene sus series de precios y su serie blanca".

El presidente de CONSESA no cree que la apertura del caladero del norte vaya a disparar los precios de la anchoa. "La industria no pagará un incremento del 300 por cien ni del doble, lo que no quita que habrá gente que compre. Pero en general, tendría que tener unos precios estabilizados, como los que los fabricantes tienen ahora en sus facturaciones de compra de materia prima, no superiores al 10 por ciento", consideró