Las inversiones buscan un "salto tecnológico trascendental" y se destinarán a su planta de Amurrio y a la de Productos Tubulares
BILBAO, 3 May. (EUROPA PRESS) -
Tubos Reunidos acometerá un plan de inversiones de 150 millones hasta 2016 en su planta de Amurrio y en la de Productos Tubulares con el objetivo de dar un "salto tecnológico trascendental" que le permita aumentar su especialización en productos de mayor valor añadido, reforzar su posición en el sector energético y aumentar su competitividad. El grupo cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 8,1 millones, un 12 por ciento más que en el mismo periodo de 2011.
En un encuentro con los medios de comunicación, previo a la Junta de Accionistas que se celebra este jueves, el presidente de Tubos Reunidos, Pedro Abásolo, ha precisado que la puesta en marcha de este plan se enmarca en el proceso corporativo en el que están trabajando para definir el futuro del grupo a partir de 2016 y, en concreto, diseñar la estructura y el tamaño que deberá tener para competir en el mercado internacional. "Ahí nos jugamos el futuro de la compañía", ha destacado.
Según ha explicado, se prevén crecimientos medios anuales del 3 por ciento hasta 2030 en el sector del petróleo y del gas, que es "clave" para el negocio del grupo y se enfrentan a dos tipos de competidores, los grandes líderes y los que provienen de países emergentes.
Ante este escenario, el grupo ha optado por ahondar en su "modelo de negocio diferencial" y los pilares de su estrategia serán una mayor especialización, una posición geográfica diversificada y la excelencia en el servicio. Abásolo, tras indicar que una de las "ventajas competitivas" del grupo es su tamaño porque les da flexibilidad, cree que Tubos Reunidos se podrá "convertir en el único fabricante de tubos sin soldadura en su tamaño que será capaz de ofrecer la calidad de las grandes corporaciones combinada con la flexibilidad del pequeño".
Para ello, pondrán en marcha un plan de inversiones hasta 2016 de 150 millones de los que aproximadamente 80 millones se destinarán a sus instalaciones de Amurrio (Álava) y el resto a la fábrica de Productos Tubulares en el Valle de Trápaga. Estas inversiones, que esperan financiar en base a la generación de resultado y de Ebitda, no estarán destinadas a aumentar la capacidad productiva, sino a que sea "lo más sofisticada posible".
"AUTOSUFICIENCIA TECNOLÓGICA"
A través de este plan, el grupo pretende romper las "limitaciones" en producto y en mercados, dotarse de autosuficiencia tecnológica, abrir nuevas áreas de negocio dentro del sector energético y mejorar la competitividad por aumentos de productividad y eficiencia.
Abásolo ha asegurado que es un plan "revolucionario" con el que pretenden dar un "paso de gigante" y un "salto tecnológico trascendental" para la compañía. Ha añadido que es una iniciativa "ambiciosa", pero "con un riesgo de ejecución controlado", ya que las inversiones, que serán ejecutadas mayoritariamente por empresas vascas, se realizarán en sus propias instalaciones. En este sentido, ha descartado que vayan a dedicar estos recursos a la puesta en marcha de nuevas plantas. "La deslocalización no lo contemplamos en este momento", ha agregado.
El presidente de Tubos Reunidos ha destacado que, todo ello, tiene que venir acompañado de una reforzamiento de la posición comercial, que conllevará el establecimiento de alianzas con fabricantes o distribuidores.
Por otra parte, Abásolo ha subrayado que en el primer año de vigencia de su Plan Estratégico (2011-2014) han conseguido prácticamente en su totalidad los objetivos establecidos. Al finalizar la vigencia del mismo, el grupo, con un 90 por ciento de sus ventas en el exterior, espera un crecimiento en ventas en la actividad de tubos sin soldadura del 70 por ciento y alcanzar un margen Ebitda sobre ventas que represente el 20 por ciento.
PRIMER TRIMESTRE
Abásolo ha indicado que 2012 "ha comenzado bien" y lo afrontan "con optimismo". En el primer trimestre del año, que ha sido "mejor" que el último de 2011, el grupo ha logrado un resultado neto de 8,1 millones, un 12 por ciento más que en el mismo periodo de 2011 y una facturación de 120,1 millones frente a los 117,3 millones del primer trimestre del pasado año. El Ebitda creció un 19 por ciento, hasta los 20,2 millones y la inversión prevista este año es de 36 millones.
El presidente del grupo ha indicado que distintos factores han influido en esta "positiva" evolución que esperan mantener a lo largo del año como su "sólido" posicionamiento en el sector energético, su "alto grado" de competitividad y especialización, -con un 69 por ciento de sus ventas derivadas de productos especiales-, y un "estricto" control de costes.
Por otra parte, en relación a la negociación del convenio colectivo y a los paros convocados por el comité de empresa de Tubos Reunidos, tras señalar que el negocio "va bien" y que ello es una labor en la que han participado accionistas, dirección y trabajadores, ha explicado que son "un referente" en nivel salarial y en derechos sociales, pero operan en el ámbito internacional, donde sus competidores tienen unas condiciones "mejores" en cuanto a primeras materias, energías o costes laborales.
"Si tú compites en el mercado internacional, tienes que aceptar las reglas del mercado internacional, si tú no eres competitivo en el mercado internacional porque en España no hay mercado, desapareces", ha precisado.
En este sentido, Abásolo ha añadido que están apostando por realizar inversiones para mejorar la competitividad y ha señalado que, para lograr ese objetivo, la parte laboral, "con su actitud", tiene que "facilitar la rentabilidad de esas inversiones porque "va en beneficio de todos".
Por ello, ha indicado que la dirección no puede ser "irresponsable" adoptando acuerdos que "pongan en riesgo" el futuro de la compañía. Ha precisado que su planteamiento es "contención de la parte fija", con una mayor participación en los beneficios, flexibilidad en la organización del trabajo para mejorar la productividad, además de revisión y actualización de ciertos acuerdos "anacrónicos". "No vamos a tomar, pase lo que pase, ninguna decisión irresponsable que ponga en riesgo la compañía", ha asegurado.
EJERCICIO 2011
En su comparecencia, Abásolo ha hecho repaso del ejercicio 2011, en el que el grupo cerró con un beneficio neto de 24,4 millones frente a las pérdidas de 14,2 millones de 2010, derivadas de una provisión de 25,8 millones, motivada por su decisión de abandonar el negocio de distribución en el mercado nacional y poner a la venta su red.
Precisamente, en relación a ese proceso de venta, Abásolo ha afirmado que la salida de esas filiales formaba parte del plan estratégico, por lo que hay plazo hasta 2014. Según ha indicado, se está desarrollando en todas ellas un proceso "ordenado" para tratar de sacar "la máxima ventaja".
Abásolo ha indicado que se sigue trabajando en ese proceso y, en el caso de TR-Lentz, hay un acuerdo para la venta de su 50 por ciento al socio partícipe del otro 50 por ciento, que es Sotralentz, si bien todavía no está cerrado definitivamente.
Además, el grupo obtuvo una cifra de negocios de 458,1 millones, un 37 por ciento más y el Ebitda ascendió a 60,4 millones (+54 por ciento). En su balance, Abásolo ha destacado la solidez financiera del grupo, cuyo endeudamiento neto global es de 164,3 millones y, por último, ha señalado que, tras el abono en diciembre de 2011 de un dividendo a cuenta de 0,012 euros por acción, se aprobará uno complementario de 0,018 euros por acción.
