Economía/Turismo.- Bruselas abandona la idea de introducir escáneres corporales en los aeropuertos

BRUSELAS 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea ha abandonado de momento la idea de introducir los escáneres corporales --que ofrecen una imagen de las personas como si estuvieran desnudas-- en el catálogo de medidas de seguridad que pueden usarse en los aeropuertos debido a las reticencias mostradas por la Eurocámara y por algunos Estados miembros como Alemania, según informó hoy el portavoz de Transportes, Fabio Pirotta.

El portavoz explicó que el Ejecutivo comunitario sigue pensando que los escáneres corporales son una medida útil para reforzar la seguridad y recordó que su propuesta era que el uso de este instrumento fuera voluntaria tanto para los pasajeros como para los Estados miembros. No obstante, la Comisión acepta que es necesario analizar mejor su impacto y por ello ha decidido retirar su propuesta, aunque no descarta volver a presentar una iniciativa similar en el futuro.

La autorización de los escáneres corporales estaba incluida en un paquete de medidas propuestas por Bruselas en septiembre para reforzar la seguridad aérea. En este mismo paquete, la Comisión abogaba por suprimir las restricciones a los líquidos en el equipaje de mano a partir de abril de 2010 si para entonces está disponible la tecnología necesaria para detectar la presencia de explosivos.

El portavoz aseguró que el Ejecutivo comunitario ha decidido retirar el paquete completo por temor a que la polémica sobre los escáneres corporales impida que se aprueben el resto de medidas. Pero no precisó cuándo se presentará la nueva propuesta.

El presidente del grupo socialista en la Eurocámara, Martin Schulz, se felicitó por la decisión de Bruselas. "Estábamos totalmente opuestos a esta medida degradante y poco respetuosa de la dignidad humana", dijo a través de un comunicado.

El Parlamento Europeo aprobó el pasado 23 de octubre una resolución en la que expresaba reservas sobre la utilización de escáneres corporales en los aeropuertos por considerar que esta medida podría tener un impacto grave en los derechos fundamentales de los ciudadanos. La Eurocámara pidió a la Comisión que recabara más información sobre las repercusiones en la salud y en la dignidad humana antes de decidir si aprobaba o no el uso de estas máquinas.