Economía/Turismo.- Mesquida prevé una buena temporada turística este verano y desplaza las incertidumbres sobre el secto

Actualizado: lunes, 30 junio 2008 17:34

Anuncia un incremento en el número de visitantes, aunque éstos manejarán menos presupuesto para gastar

Considera que el sector turístico está resistiendo mejor que otros la crisis, pero no niega que también planean "amenazas"

MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -

El secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, afirmó hoy que el número de visitantes que recibirá España durante este verano se situará en cifras "muy similares" a las de 2007 o ligeramente superiores, aunque gastarán de forma más contenida, de tal manera que las mayores "incertidumbres" se desplazarán al año 2009.

Algo más de 60 millones de personas elegirán España como destino vacacional, según las previsiones de la Secretaría de Estado, lo que supone un incremento respecto al año anterior, en que se alcanzaron los 59,2 millones de turistas. Estas perspectivas, sin embargo, no coinciden con las de hosteleros y hoteleros, que prevén un ligero retroceso durante esta temporada.

Al respecto, Mesquida reconoció, en declaraciones a Europa Press Televisión, que sobre el sector planean algunas "amenazas" y aspectos que pueden influir negativamente.

En este sentido, mencionó el incremento del precio de los combustibles, la paridad del euro con la libra esterlina o con el dólar, la evolución del IPC y de los tipos de interés o la ralentización económica que afecta a muchos de los mercados emisores de turismo hacia España.

No obstante, aclaró que los datos que maneja con los representantes del sector para este verano "coinciden" en prever una temporada similar a la del 2007 y en contemplar con mayor preocupación el año 2009. "En función de la evolución de las amenazas, hay que manifestar una cierta preocupación por la incertidumbre en relación al año 2009", explicó.

En este sentido, insistió en que mientras los factores que están afectando a la situación económica mundial "estén ahí", se mantendrá una "mayor incertidumbre" de cara al 2009, y ello a pesar de que el sector turístico es uno de los que "mejor está resistiendo la ralentización porque es un sector muy consolidado".

UN SECTOR 'MOTOR' DE LA ECONOMÍA.

El turístico es un sector en el que no se han producido 'burbujas' como las vividas en el tecnológico o inmobiliario. "Llevamos más de 15 años con un crecimiento sostenido, lo que aporta fortaleza a las empresas, que se encuentran mejor preparadas que antes para afrontar la situación y hace que el turismo se esté revelando como un sector que mantiene una buena actividad", dijo.

Asimismo, destacó que el gasto en vacaciones se encuentra "muy interiorizado" entre los ciudadanos, que prefieren prescindir de otro tipo de actividades, pero no renunciar a viajar en verano. "Estar trabajando durante todo el año para luego quedarse sin vacaciones nadie lo va a hacer", subrayó.

Respecto al papel que el sector turístico pueda tener en la coyuntura económica actual, Mesquida señaló que como "primera industria económica de España", el turismo es un sector "de arrastre" de muchas otras actividades.

"Esto no quiere decir que no sea un sector que no tenga amenazas y no haya que estar pendiente de él. Hay que seguir trabajando en la promoción, tanto a nivel internacional como nacional, e invirtiendo en la mejora tecnológica de las empresas, en la diversificación de la oferta y en aumentar la calidad del producto", precisó.

TURISMO DE SOL Y PLAYA CON MENOS PRESUPUESTO.

El sol y la playa siguen siendo el "principal atractivo" turístico de España, ya que estos destinos atraen el 60 por ciento de la demanda, aunque durante los últimos años la oferta se ha diversificado hacia otras alternativas como el turismo de ciudad, el cultural, de congresos o de naturaleza, en donde cada vez se ofrece más "alta calidad".

El visitante que elige España suele organizar su viaje de forma individual, busca preferiblemente sol, playa y ocio, y opta por establecimientos hoteleros para pernoctar, aunque cada vez se muestra más interesado con la oferta cultural que ofrece la Península, lo que contribuye a dar "fortaleza" al sector y le permite haberse mantenido durante los últimos 20 años en el "cajón olímpico" del turismo mundial, en el segundo puesto en cuanto a número de visitantes y de ingresos.

Previsiblemente, este año "dedique menos presupuesto a otros aspectos relacionados con el turismo" como comer fuera que en anteriores ocasiones, pero la realidad es que durante los primeros cinco meses del año el gasto medio por visitante ha aumentado respecto a otros periodos, reveló Mesquida.

En el caso de los españoles, este 2008 confirmará la tendencia de los últimos años de reducir el número de días de estancia vacacional, pero la duración será similar a la de otros periodos y también el nivel de ocupación, aunque "habrá que esperar a conocer las cifras de los meses vacacionales por excelencia, que son julio, agosto y septiembre", dijo.

También el turismo nacional realizará un "cierto ajuste del presupuesto", pero seguirá optando por disfrutar de las costas, del sol y la playa, y cada vez más del turismo de interior.

DESTINOS COMPETIDORES, PERJUDICADOS POR EL COMBUSTIBLE.

Respecto a la posibilidad de que otros destinos pudieran ser más "atractivos" al bolsillo del turista por las ventajas del tipo de cambio de las monedas y captar a potenciales visitantes de España, Mesquida destacó que esta ventaja inicial puede no ser tal debido al incremento en el precio de los combustibles que encarece a su vez los billetes de avión, sobre todo en destinos lejanos como, por ejemplo, los países de Sudamérica.

Asimismo, señaló que frente a la mayoría de los destinos que pueden considerarse competidores, España cuenta con unas mejores infraestructuras aeroportuarias y de ferrocarril, que le permiten rivalizar "más por calidad que por precio, aunque sin descuidar" la relación entre ambos factores.

Gracias a todo ello, España aporta "seguridad" al turismo, lo que constituye un factor a tener en cuenta y que puede resultar determinante a la hora de elegir entre un destino u otro, como parece extraerse del hecho de que en un contexto de crisis económica las previsiones para este verano se mantengan en la misma línea que en años de bonanza.