LISBOA 17 Ene. (De la corresponsal de Europa Press, Patricia Ferro) -
La Asociación Industrial del Miño (AIM) calificó de "crimen nacional" que el Tren de Alta Velocidad (AVE) Oporto-Braga-Vigo no pase por el aeropuerto de la capital del norte de Portugal.
En la XXIII Cumbre Luso-Española que mañana y pasado se celebra en la localidad lusa de Braga, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro portugués, José Sócrates, deberán realizar el anuncio oficial de la construcción de la conexión por AVE entre Oporto y Vigo.
En opinión del presidente de la AIM, Antonio Marqués, si los dos líderes ibéricos no anuncia que el AVE pasará por el aeropuerto Francisco Sá Carneiro, de Oporto, el tren no sólo "no sería eficaz" si no que "sería un crimen nacional", ya que ese es el aeropuerto que "hoy tiene más movimiento del noroeste peninsular".
El responsable considera "escandaloso" que por "ahorrar dinero" el AVE no llegue al aeropuerto, ya que eso "va a perjudicar a la región norte porque impedirá el crecimiento de su infraestructura aeroportuaria".
Marques también defiende que para la conexión ferroviaria entre Oporto-Braga-Valença do Minho se realice "un nuevo canal ferroviario" porque el tren "tiene que circular a más de 200 kilómetros por hora" y no, como defiende el gobierno, mejorar la línea actual hasta Braga y construyendo de raíz el tramo desde ésta a Valença.
El presidente de la AIM defiende esta opción porque "con la línea actual el tren tardará una hora, como ocurre ahora con el rápido, ya que tiene que reducir velocidad cuando pasa por estaciones intermedias y cuando tenga otros trenes delante", matizó.
En su opinión, sin una nueva vía la conexión Porto-Vigo se realizará, como mínimo, en dos horas, lo que "es inaceptable" y además, "reducirá el número de pasajeros".
Una posición que no es compartida por el alcalde socialista de Guimaraes, ciudad situada a unos 20 kilómetros. Antonio Magalhaes celebra el avance del proyecto del AVE y recuerda que "fue el gobierno de Galicia el que no dejo caer el proyecto y presionó a las autoridades portuguesas para que el tren llegase a Valença do Minho".