MADRID/OSLO, 6 Mar. (OTR/PRESS) -
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ve "asequible y urgente" la protección del medio ambiente a nivel global. El organismo asegura que solo haría falta el 0,03% del PIB mundial para comenzar a emprender medidas urgentes como el calentamiento mundial, la pérdida de especies, la escasez de agua, la tala ilegal o la polución. Estas medidas podría limitar las emisiones de efecto invernadero hasta el 13%. La OCDE asegura que objetivos más rígidos supondrían un mayor freno del crecimiento económico mundial.
"Las soluciones para los desafíos claves ambientales a nivel mundial son posibles y económicas, especialmente comparado con el coste y las consecuencias de la inacción", aseguró ayer el secretario general de la OCDE, Angel Gurria, en el lanzamiento mundial del informe de Perspectiva Ambiental de la OCDE para 2008 dado a conocer hoy en Oslo.
El organismo internacional formado por 30 de los países más importantes del mundo asegura que estas posibles salvaguardas medioambientales podrían ralentizar el crecimiento mundial en apenas un 0,03% al año. "No es un precio alto", asegura Angel Gurria, alegando que los costes son similares a los de una póliza de seguros.
El informe de la OCDE es un informe que conjuga las perspectivas económicas y medioambientales para las próximas décadas y simula políticas específicas para afrontar estos desafíos claves de la economía mundial. En este contexto, identifica como acciones urgentes el calentamiento global, la perdida de especies, la escasez de agua, las talas ilegales, la producción o los productos químicos tóxicos.
En este contexto, la OCDE recomienda supervisar aquellos sectores que causan la mayor parte de los daños entre los que destaca especialmente los sectores de la energía, el transporte, la agricultura y la pesca. "Si no se toman nuevas políticas, nos arriesgamos a alterar irreversiblemente la base ambiental para la prosperidad económica sostenida".
LIMITAR EL EFECTO INVERNADERO
Por ello se propone como un primer paso necesario la retirada de los subsidios a los daños medioambientales, particularmente para los combustibles fósiles y la producción agrícola. A esto se añadiría un impuesto de 25 dolares por tonelada en las emisiones de dióxido de carbono, nuevos biocombustibles, medidas para reducir la polución del aire y sistemas mejorados de alcantarillados.
Estas medidas limitarían el crecimiento global de las emisiones de efecto invernadero hasta el 13% en lugar del 37% para 2030. La OCDE considera que objetivos más rígidos respecto a estos gases supondrían un freno ligeramente mayor del crecimiento económico.
El pasado año, el Panel del Cambio Climático en la ONU aseguraba que las medidas para atajar el cambio climático a nivel mundial supondrían entre el 0,06 y el 0,1% del Producto Interior Bruto Mundial al año hasta 2030.
