MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Oficina de los Mercados de Gas y Electricidad de Reino Unido (Ofgem, por sus siglas en inglés) quiere obligar a las empresas energéticas británicas a compensar a los usuarios si estos experimentan algún problema al cambiar de compañía.
Según la propuesta presentada este lunes por el regulador británico, las compañías distribuidoras de electricidad y gas tendrán que pagar, como mínimo, 30 libras como compensación por cada problema al que se enfrenten los consumidores, incluyendo cambios erróneos y retrasos de más de 21 días, así como facturas recibidas una vez rescindido el contrato.
Las compensaciones también serán obligatorias para las compañías que se demoren en mandar a los usuarios las facturas finales que les adeuden.
El regulador británico pretende "mejorar" el desempeño de las distribuidoras energéticas a la hora de hacer los cambios y lograr que sean más confiables. Esto debería servir, en opinión de la Ofgem, como "una llamada de atención a las empresas para reducir el número de problemas y para impulsar la confianza de los consumidores en el cambio de compañía".
La Ofgem reconoce que "la mayoría de los cambios" se produce sin incidencias, pero que "mucha gente no intenta cambiarse por miedo a que algo vaya mal".
El regulador espera que esta medida se ponga en marcha antes de finales de año.
