MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo, ha abogado por que la investigación y la empresa "compartan riesgos y beneficios" poniendo en marcha un sistema conocido como cátedra de empresas. Según ha explicado, se trata de un convenio en el que una compañía financia a un grupo de investigación o un científico de manera personal que trabaja en un proyecto concreto. Con esto, la empresa también tiene un acceso privilegiado al resultado del proyecto.
Para Lora-Tamayo, este tipo de colaboraciones público-privadas permiten "a las empresas entrar en la fase de generación de conocimiento y a los investigadores en la fase de desarrollo e industrialización", una de las "asignaturas pendientes" de la I+D+i del país.
Durante su intervención este lunes en un desayuno informativo, el presidente del CSIC ha indicado que el organismo que dirige ha superado el ahogo económico que sufrió el pasado año, pero ha señalado que le falta un nuevo sistema de gestión y mayor captación de profesionales.
"Me gustaría poder disponer de recursos para atraer personal", ha declarado al respecto. En este sentido, propone la creación de plazas estables de investigador, que sería "el germen de una carrera investigadora basada en la figura del funcionario". "Si podemos simultanear funcionarios e investigadores laborales, sometidos a las pertinentes evaluaciones periódicas, habremos ganado para fichar a los mejores", ha apuntado.
En relación a la situación del personal en el CSIC, ha explicado que el organismo no ha "despedido a nadie" y que se ha perdido un 5 por ciento de investigadores en plantilla --sin entrar en trabajadores con beca o contratos temporales--, de los cuales "el 90 por ciento lo han hecho con un cheque por delante".
Lora-Tamayo no considera "preocupante" estas cifras. "Lo sería si el porcentaje se acercara al 20 por ciento", ha apuntado. Además, ha aclarado que "con los nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE) se va a multiplicar por cinco la tasa de reposición.
En cuanto a la pérdida de otro tipo de personal, ha indicado que en 2008 comenzaron programas de contratación temporal de técnicos (durante 2 años), estudiantes de doctorado (4 años) y doctores (tres años) "sin un presupuesto asignado". Esta iniciativa que se ha visto interrumpida por la crisis y no se han podido renovar, de ahí que se haya ido gente en los últimos años.
En cuanto a la necesidad de un nuevo sistema de gestión, el presidente del CSIC ha pedido "un marco regulatorio con una estructura de gestión flexible". A su juicio, este cambio sería "imprescindible para competir", pues es el sistema que tienen la mayoría de organismos de otros países.
UNA NUEVA INDUSTRIALIZACIÓN
Lora-Tamayo ha asegurado que el CSIC "quiere seguir liderando" la I+D+i española y ha defendido que las alianzas del organismo a nivel nacional e internacional "lo convierten en un importante instrumento en la política exterior de España". También ha señalado que su investigación "corre paralela a la de trabajar para conseguir el mejor aprovechamiento del conocimiento general".
Por ello, ha declarado que seguirá apostando "por iniciativas tipo Severo Ochoa y ERC", distintivos de excelencia nacional e internacional con las que cuenta el organismo, seguirá con iniciativa que ya manejan, en relación a transferencia de tecnología, así como con nuevas iniciativas que pongan en juego un mayor compromiso públic- privado.
"El Consejo puede desempeñar un importante papel en una nueva industrialización del sistema productivo español, actuando como soporte y canal de alimentación de la I+D para el tejido empresarial, en especial para las Pymes", ha concluido el presidente del CSIC.
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