Lamentan la "lentitud" y la "falta de agilidad" existente en la Justicia española y piden a políticos y jueces que "se pongan las pilas"
MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
El bufete de abogados Oria, Peña y Pajares Asociados recomienda a los familiares de las víctimas del accidente de Spanair la idoneidad de presentar su demandas en Estados Unidos "tanto por las mayores indemnizaciones allí atribuidas" en estos casos como por la rapidez del carácter probatorio de su legislación.
Así, un estudio elaborado por este bufete y los abogados estadounidenses Christopher Seeger, Dennis Reich y Henry Dahl, analiza las diferencias del sistema jurídico español y estadounidense a la hora de defender los derechos de las víctimas y de sus familiares.
Según Oria, Peña y Pajares Asociados, en una tragedia como la de Spanair alegar defectos de diseño o fabricación es de "capital importancia" y para ello es "crucial" obtener muchas pruebas, algo que "sería imposible de obtener desde España", opinó Román Oria en declaraciones a Europa Press.
El caso de Spanair es "complicado" por lo que "no puede ser resuelto satisfactoriamente para las víctimas por un equipo jurídico de un solo país". "Se necesita un equipo de abogados experto en ambos sistemas y que trabajen en forma totalmente integrada", aseguró Oria.
"El sistema probatorio estadounidense no es solamente más poderoso que el español, sino que es claramente el más poderoso del mundo", según explica Dahl, experto en temas de derecho internacional y comparado.
Por ello, Oria insistió en que "siempre que haya un punto de conexión con Estados Unidos por el fabricante o bien por la patente, lo ideal es acudir también al sistema estadounidense porque es mucho más resarcitorio".
Oria admitió que esta realidad traslada "desgraciadamente" una imagen de "lentitud" de la Justicia en España "que no es otra que la que sufrimos". "Que tengan que venir bufetes extranjeros a decir que en otro país funciona mejor espero que sirva para que políticos y jueces se pongan las pilas", espetó.
VENTAJAS PROBATORIAS Y MÁS AGILIDAD.
El sistema judicial en Estados Unidos permite solicitar al fabricante, a través del sistema 'discovery', por ejemplo, copia de toda la documentación interna donde se discute el diseño, la fabricación, el entrenamiento y manutención del tipo de aeronave.
"Esto permite abrir unas diligencias preliminares al juicio en lo que se conoce como anticipación de las pruebas. Así, se puede pedir al juez que se aporte documentación con la finalidad de preparar el juicio si así se lo piden las partes", explicó Oria a Europa Press.
Por el contrario, según este experto en el sistema judicial español "la falta de agilidad, la falta de un criterio no ritualista en la ley de enjuiciamiento civil que se limita a cuatro causas, ralentiza todo el proceso".
Precisamente, esta es la razón por la que "los demandados, normalmente, desean evitar la jurisdicción estadounidense debido a las altas indemnizaciones, a la agilidad del proceso y a la presentación de pruebas más ponderosas", aseguró Oria.
Sin embargo, en el caso español, habría que acudir a las directivas europeas en materia de producto defectuoso y su homologación en España, ya que son compatibles con el sistema de responsabilidad civil ordinario del Código Civil. Derogada la Ley de Producto Defectuoso la opción es acudir a la Ley general de Defensa de los Consumidores y Usuarios, en la que ésta está integrada, cuando se producen daños personales y materiales.
Este proceso, es según este experto, tanto desde el punto de vista de la agilidad del procedimiento probatorio como de los criterios realmente indemnizatorios, hoy por hoy, no del todo aconsejable. Por ello, abogó en toda caso "por simultanear las acciones o, en cualquier caso, intentar presentar la demanda en Estados Unidos". En algunos casos, podría incluso presentarse una demanda directamente en Estados Unidos, pero esto "no es nada fácil".
Como ejemplo desde este bufete se recuerda el caso del accidente aéreo de Indonesia en 2005 en el que un Boeing 737, con maquinarias fabricadas por Prat tan Whitney falló en su despegue y se estrelló. La demanda, contra Boeing y United Technologies Corporation, se resolvió en el Tribunal Federal de Connecticut en 2008, pese a que la gran mayoría de los fallecidos no eran ciudadanos estadounidenses.
