VIGO, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Representantes de organizaciones empresariales, de municipios, universidades y de la Xunta de Galicia han puesto encima de la mesa la posibilidad de crear "áreas funcionales" en toda la frontera entre España y Portugal, que abarquen un radio de unos 100 kilómetros, que estén libre de peajes, con el fin de mantener las relaciones comerciales, empresariales, culturales o turísticas en estas zonas.
Así lo han manifestado tras mantener este martes una reunión de trabajo en Vigo, sobre la repercusión que tiene sobre la economía transfronteriza la implantación de peajes en las autovías portuguesas. Las cifras no dejan lugar a dudas sobre el impacto negativo de estos peajes y, sobre todo, por las dificultades de los usuarios para acceder a los métodos de pago.
Para paliar esta situación, que ha supuesto un descenso en el tráfico medio diario en todas las autovías portuguesas en las que se ha implantado la tasa obligatoria, representantes de las Cámaras de Comercio, de la Confederación de Empresarios, de organizaciones empresariales de Portugal, de asociaciones de transportistas, y otros colectivos afectados --también de otras regiones de España--, han consensuado este martes un documento en el que se recogen varios acuerdos.
En primer lugar, se deja constancia de la unidad de todos los colectivos e implicaciones para superar las dificultades que ha supuesto la decisión del gobierno portugués. Una decisión que, según el presidente del Eixo Atlántico, José María Cunha, no ha cumplido las expectativas de recaudación y, además, penaliza a los usuarios de esas vías.
El segundo acuerdo es la creación de una plataforma conjunta para defender los intereses de estas regiones transfronterizas porque, según ha precisado el secretario del Eixo, Xoán Vázquez Mao, "estamos ante un problema de voluntad política". Vázquez Mao ha ido más allá y ha denunciado que "existen fronteras de primera, como la que hay con Francia, y de segunda, como la de Portugal".
SOLUCIONES
En tercer lugar, las instituciones plantean varias soluciones: la creación de áreas libres de peaje en una radio de 100 kilómetros en la zonas fronterizas para favorecer los movimientos comerciales, culturales, empresariales o turísticos. Se trataría de implementar "áreas transnacionales" para mantener la actividad en esas zonas, cuyos vecinos tendrían categoría de "ciudadanos transfronterizos".
Por otra parte, empresarios y Eixo Atlántico han insistido en la necesidad de facilitar el pago del peaje, mediante la adquisición de dispositivos electroestáticos --pegatinas en los coches--, interoperatividad de dispositivos entre países y homologación de bonificaciones a transportistas o conductores por motivos profesionales.
Los participantes en la reunión de trabajo de este martes también han acordado solicitar reuniones con el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, y con la ministra de Fomento, Ana Pastor; y cuentan también con la mediación de la Xunta de Galicia.
