MADRID, 18 Dic. (ACUICULTURA DE ESPAÑA) -
Este método de cultivo garantiza pescado de calidad para todos durante todo el año, y es esencial para alcanzar la soberanía alimentaria de forma sostenible
En un contexto global donde la demanda de alimentos de origen acuático crece de forma constante, la acuicultura se ha consolidado como una actividad esencial para asegurar un suministro regular de pescado sin comprometer el equilibrio de los ecosistemas.
Este sistema de cultivo en mares y ríos permite obtener alimentos seguros, nutritivos y trazables, apoyándose en décadas de conocimiento técnico y en una normativa europea exigente que marca estándares de calidad y bienestar animal.
El pescado forma parte fundamental de la dieta mediterránea y atlántica por su aporte nutricional: proteínas de alto valor biológico, ácidos grasos omega-3, vitaminas del grupo B y minerales esenciales. Paralelamente, la pesca convencional mantiene desde hace más de treinta años unas cuotas estables para preservar las poblaciones silvestres.
Ambas actividades -pesca y acuicultura- son necesarias y complementarias para asegurar que la demanda actual pueda cubrirse de forma sostenible.
¿QUÉ ES LA ACUICULTURA Y POR QUÉ ES IMPORTANTE?
La acuicultura es el cultivo de peces y algas en entornos acuáticos controlados, tanto en mares como en ríos, con el fin de obtener alimentos seguros y de calidad.
Su importancia radica en que contribuye a garantizar un suministro estable de alimentos acuáticos con un uso eficiente de los recursos naturales. Además, la acuicultura moderna incorpora sistemas de control que permiten monitorizar la alimentación, la salud y el bienestar de los peces, reforzando la seguridad alimentaria y la transparencia del proceso.
ACUICULTURA EN ESPAÑA: UN SECTOR SÓLIDO, INNOVADOR Y CON LIDERAZGO EUROPEO
España es un referente acuícola indiscutible dentro de la Unión Europea. Según el Informe Anual 2025 de APROMAR, nuestro país tiene la mayor cosecha de la UE, con más de 268.000 toneladas anuales y un valor de 856 millones de euros en primera venta. La actividad genera además más de 5.000 empleos directos.
El desarrollo de la acuicultura en España aprovecha la riqueza de nuestra geografía. Destacan comunidades autónomas con gran tradición marinera y fluvial. Por ejemplo, Galicia es líder indiscutible en cultivo de rodaballo y lenguado, mientras que regiones como la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía destacan en la cría de peces marinos como la dorada y la lubina.
En zonas de interior, como Castilla y León, Aragón o La Rioja, la acuicultura en España brilla gracias al cultivo de trucha arcoíris y el esturión. Este liderazgo de la acuicultura española se explica por la combinación de un sector altamente especializado y unas condiciones geográficas diversas. En España se ha logrado optimizar el cultivo de especies como dorada, lubina, corvina, rodaballo, lenguado, seriola, esturión, trucha arcoíris o atún rojo.
LOS BENEFICIOS DE LA ACUICULTURA PARA UN SISTEMA ALIMENTARIO SOSTENIBLE
Uno de los principales aportes de este sector es la reducción de la presión sobre los caladeros silvestres. Al potenciar la acuicultura de peces en mares y ríos con criterios de eficiencia y sostenibilidad, se favorece la conservación de los ecosistemas marinos y se garantiza un suministro estable de proteínas.
El seguimiento sanitario continuo y el control de la alimentación permiten obtener un producto final seguro.
Los consumidores valoran cada vez más el pescado de acuicultura española por su frescura y disponibilidad constante. A nivel económico y territorial, esta actividad complementa a la pesca y contribuye a diversificar el tejido productivo local. Su implantación en zonas con menos alternativas laborales refuerza la vertebración del territorio y ayuda a fijar población gracias a la estabilidad de los empleos que genera.
UN SECTOR QUE IMPULSA DESARROLLO Y COMPLEMENTA A LA PESCA
La acuicultura forma parte de la economía azul y contribuye a dinamizar numerosas regiones rurales y litorales. Su actividad no sustituye, sino que complementa a la pesca convencional, reforzando el abastecimiento de productos acuáticos para toda la población.
Este equilibrio es fundamental para preservar el medio marino y garantizar que las generaciones futuras también puedan disfrutar del pescado como parte esencial de una dieta saludable. La acuicultura española es, por tanto, un pilar para alcanzar la soberanía nacional alimentaria.
UNA PIEZA CLAVE PARA EL FUTURO DE NUESTRA ALIMENTACIÓN
En conclusión, el sector acuícola español es estratégico para asegurar un suministro constante de pescado seguro y de calidad. Su desarrollo, basado en la innovación, la trazabilidad y el respeto a los ecosistemas, posiciona a nuestro país como un referente europeo. Su papel será decisivo para afrontar los desafíos demográficos y climáticos de las próximas décadas.
Para profundizar en los avances del sector, Acuicultura de España ofrece información detallada sobre sostenibilidad, especies y producción.
(Información remitida por la empresa firmante)