Publicado 25/05/2021 12:22

La heterogeneidad de la topografía escuda a nivel regional a las mariposas de los impactos del cambio climático

Mariposa Zizeeria knysna en isla de Tenerife y Mariposa Callophrys rubi de la provincia de Teruel. / Juan Pablo Cancela
Mariposa Zizeeria knysna en isla de Tenerife y Mariposa Callophrys rubi de la provincia de Teruel. / Juan Pablo Cancela - MNCN/CSIC

   MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -

   Las diferencias en la orografía local y la altitud amortiguan la respuesta de las mariposas ante el aumento de la temperatura y la sequía, según una investigación que sugiere que la heterogeneidad topográfica puede escudar a nivel regional a las mariposas de los efectos del cambio climático.

   El trabajo, realizado por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (MNCN-CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), explica que las diferencias locales ayuda a las mariposas a adaptarse al cambio climático aunque destaca que la diversidad de insectos y su abundancia está comprometida a nivel global por diferentes amenazas, incluyendo el cambio climático, la degradación del hábitat o la contaminación, cuya intensidad varía geográficamente y a lo largo del tiempo.

   Los investigadores han analizado los cambios en las comunidades de mariposas de la Península Ibérica desde hace 115, ya que estas especies acumulan una serie temporal de datos desde 1901 hasta 2016.

   Así, la investigación parte de la base de la necesidad de conocer los cambios a largo plazo en las comunidades de insectos en el mayor número de ambientes y ecosistemas posibles para poder determinar cómo la diversidad de insectos responde al cambio climático.

   A través de la "larga" serie temporal han comprobado cómo la variación climática local y la heterogeneidad topográfica pueden proteger, a pequeña escala, determinadas comunidades de mariposas de los impactos del cambio climático.

   En concreto, el investigador del MNCN Robert Wilson explica que los insectos son buenos indicadores de lo que pasa en la naturaleza. "Las mariposas, el grupo de insectos del que se tienen más registros de distribución en la península, son muy sensibles a cambios ambientales, es decir, son buenos bioindicadores debido también a sus cortos ciclos de vida", destaca.

   Por otro lado, añade que la zona mediterránea, área de especial relevancia para la biodiversidad, sufre "severamente" los efectos del cambio climático, así como otros factores como el abandono del suelo, con el consiguiente aumento de la cobertura vegetal y la despoblación, en contraposición a la intensa urbanización en otras zonas, la agricultura intensiva o las sequías.

   Con esta investigación, han comprobado que las variables ambientales como la temperatura y la precipitación han variado notablemente. Sin embargo, refleja que la respuesta de las poblaciones de mariposas ante estos cambios no ha sido tan marcada.

   El también investigador del MNCN Mario Mingarro destaca que los resultados sugieren que las comunidades que habitan zonas montañosas pueden estar "parcialmente protegidas" contra los efectos del cambio climático, ya que la variación topográfica, que hace que en lugares muy próximos espacialmente aparezcan muchos microclimas, puede reducir la tasa de calentamiento".

   De ese modo, concluye que los efectos ecológicos del cambio climático dependen en gran medida de la distribución geográfica de cada especie en cuestión. Sin embargo, alerta de que además del cambio climático, la biodiversidad se enfrenta a amenazas como los cambios en el uso del suelo y este estudio, según matiza Mingarro, "ha demostrado que las mariposas respondieron a un aumento en la cobertura de la vegetación boscosa a causa del abandono".

   La investigación resalta asimismo que una de las principales limitaciones que se encuentran este tipo de estudios es la cantidad de datos de los que se dispone en cada región, enfatizando la necesidad de programas de monitorización a largo plazo para poder comprender la respuesta de los insectos al cambio global.

   "En Península Ibérica, comenzamos a acumular datos de tendencias poblacionales a partir de programas de monitorización de mariposas desde hace relativamente poco, si bien, ha habido programas pioneros de estos estudios a nivel autonómico. Este tipo de datos debe ser analizado en series anuales largas para poder interpretarlos correctamente, por lo que serán muy útiles en un futuro próximo", reflexiona el investigador colaborador en la investigación Juan Pablo Cancela, del Centro para la Ecología, Evolución y Cambios ambientales (CE3C) de Lisboa (Portugal).

   Por su parte, la investigadora de la UAM Helena Romo, ha explicado que "todavía" existen desafíos "muy importantes y serios" sobre el diagnóstico de las amenazas que el cambio global representa para los insectos, la biodiversidad y los servicios ofrecidos a la humanidad por parte de los ecosistemas. "En la medida de lo posible, es necesario conocer nuestro patrimonio natural mediante programas innovadores e inclusivos, que permitan monitorizar los insectos y sus respuestas, tanto ante el cambio global como ante los esfuerzos de conservación", reflexiona.

   A ese respecto, ha incidido en que combinar los datos históricos con nuevas técnicas de seguimiento del medio ambiente puede ayudar a entender mejor las respuestas a los cambios antropógenos y proporcionar pruebas "sólidas" en las que basar las medidas de conservación.

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