Publicado 14/08/2019 13:42

Recomendaciones para el cuidado de la salud capilar en embarazadas

El consumo de vitamina B6, hierro y zinc, entre otros, ayuda a frenar la caída d
El consumo de vitamina B6, hierro y zinc, entre otros, ayuda a frenar la caída d - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / VADIMGUZHVA - Archivo

MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -

Consumir alimentos ricos biotina, arginina, metionina, cistina, vitamina B6, vitamina E, hierro, calcio, yodo y zinc, ayuda a evitar la caída del pelo durante el embarazo y después del parto, según ha destacado el doctor Pablo Naranjo, director médico de la clínica MC360.

Para ello, ha recomendado ingerir arroz integral, cereales, pescado, yema de huevo y frutos secos, ya que tienen una alta cantidad de botina. La arginina se puede encontrar en los lácteos, las semillas de girasol o la carne de aves, entre otros. La metionina está presente en carnes y semillas de sésamo, y la cistina en la carne de cerdo, brócoli o avena. Por su parte, la vitamina B6 se encuentra en la carne, el pescado, las judías o el salvado, y la vitamina E está presente en las espinacas, las aceitunas o las avellanas.

Por otra parte, ha sugerido no abusar de los acondicionadores y tratamientos anticaída, ya que pueden contener sustancias que perjudiquen al feto. Así, para hacer frente a problemas como el pelo graso ha puesto de relieve la utilización de un champú neutro, y uno con efecto reparador en el caso del pelo seco. Asimismo, ha desaconsejado los tratamientos de alisado y el moldeado.

Esto puede ayudar a las embarazas a mantener una buena salud capilar, ya que tras el parto el 45 por ciento de las madres sufre caída de cabello por el déficit de oligoelementos y micronutrientes, o la disminución de progesterona y el aumento de cortisol, han explicado los expertos de MC360.

Durante la gestación la presencia de sustancias endógenas produce modificaciones en el cabello. Esto ocurre porque durante los tres primeros meses de embarazo aumentan los niveles de progesterona, lo que conlleva que el pelo esté más debilitado, con menos brillo y facilita su caída.

Sin embargo, la presencia de estrógenos durante el segundo trimestre mejora el estado del cabello, y este beneficio es aún más visible entre el sexto y noveno mes de embarazo, como consecuencia del la elevación de los niveles de estriol.

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