Actualizado 23/09/2011 10:13

HRW pide a Eritrea que libere a los prisioneros políticos

Un helicóptero sobrevuela la cárcel de Tijuana
Reuters


MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch (HRW) ha solicitado al Gobierno de Eritrea que libere a los 21 miembros del Ejecutivo y periodistas que criticaron al presidente, Isaias Afewerki, hace ya diez años y que permita a expertos internacionales que visiten las cárceles del país para comprobar su estado.

Afewerki se encuentra en la cumbre de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York en un intento por rehabilitar la imagen de su país en un momento en que se enfrentan a una gran cantidad de sanciones por su supuesto respaldo al grupo insurgente somalí Al Shabaab.

En los últimos diez años, Afewerki ha cerrado todos los medios independientes. Además, las detenciones arbitrarias, la tortura, las desapariciones y los fallecimientos han aumentado drásticamente. En el documento 'Eritrea: Diez largos años, una introducción a la desaparición de prisioneros políticos en Eritrea', HRW describe lo que se conoce de estos detenidos. Ninguno de ellos ha sido visto por un extranjero desde el momento de su detención en septiembre de 2001.

"Eritrea es una gran cárcel y la presión internacional debe caer sobre el país hasta que Afewerki libere a los prisioneros políticos y restablezca el reinado de la ley", ha dicho el director de la sección África de HRW, Daniel Bekele. "Para empezar, Afewerki debe terminar con la inhumanidad del silencio prolongado, la detención silenciosa, y permitir a los familiares y a los observadores internacionales que vean a los prisioneros", ha agregado.

A mediados de septiembre de 2001, Afewerki ordenó la detención de once altos cargos del Gobierno por escribir unas cartas en las que se criticaba su mandato. Además, detuvo a diez periodistas que publicaron dichas cartas y otra información crítica con el mandatario y sus políticas.

Pese a ser los 21 más conocidos, HRW ha destacado que miles de personas han sido detenidas durante el mandato de Afewerki. Desde 2002, los eritreos entre 18 y 60 años se alistan al servicio nacional, que se extiende de manera indefinida. Algunos de ellos son utilizados para realizar trabajos forzados o para trabajar para empresas mixtas. Las trabajadoras femeninas han denunciado de manera frecuente abusos sexuales por parte de los oficiales.

Según los datos de Naciones Unidas, unos 3.000 eritreos abandonan el país cada mes. Abandonar los servicios nacionales o huir del país es considerado un intento de traición por las autoridades. "En lugar de presionar a Naciones Unidas, Afewerki debería permitir a su pueblo hablar libremente, adorar a la religión que quieran o abandonar el país si les apetece", ha dicho Bekele.