NAIROBI, 11 Ago. (Reuters/EP) -
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PAM) ha anunciado, este jueves en un comunicado, que considera "un reto" ampliar el acceso del programa en Mogadiscio debido a la seguridad pese a que los rebeldes islamistas han abandonado la capital, si bien han dicho se trata de un movimiento táctico y continúa habiendo enfrentamientos.
El PAM ha logrado enviar comida a Somalia después de la declaración de hambruna en varias regiones del país. Sin embargo 3,6 millones de personas están en riesgo de morir de hambre y los somalíes más afectados viven en zonas controladas por milicianos de Al Shabaab, y muchos han arriesgado sus vidas para viajar a Mogadiscio en busca de ayuda alimentaria.
Los milicianos prohibieron la intervención de las ONG ya que consideraban el recibirla una señal de dependencia de Occidente. El mes pasado se levantó la prohibición cuando la crisis alimentaria llegó a niveles críticos, si bien Al Shabaab lo negó.
El director general del PAM para África oriental, Stanlake Samkange, ha explicado que "la evolución en las últimas semanas muestra que somos capaces de dar asistencia a zonas que antes no eran accesibles, la tendencia actual va en esa dirección". Aunque no reveló en que áreas concretas están actuando para evitar el riesgo de que sean atacadas.
Samkange ha mostrado de todos modos su preocupación ya que el abandono de Al Shabaab de Mogadiscio puede generar una inseguridad que no saben si la fuerza de paz de la Unión Africana (AMISOM) y las tropas del Gobierno podrán controlar.
"Al Shabaab se ha retirado, pero la seguridad no se ha establecido en toda la ciudad", ha explicado Samkange, "La AMISOM no tiene la capacidad de ampliar su control sobre la totalidad de Mogadiscio y lo que estamos viendo en la actualidad es una competencia para hacerse con la seguridad entre la milicia local y el Gobierno de transición".
"Corremos el riesgo de que incidentes como el de la semana pasada en el campamento de Badbaado, donde hubo un tiroteo y residentes y fuerzas gubernamentales saquearon toneladas de alimentos del PAM, vuelvan a suceder", ha afirmado "aunque la situación se está normalizando, lleva un proceso", ha destacado.
Samkange ha señalado también su preocupación por el riesgo que suponen para las ayudas los recortes presupuestarios en Estados Unidos. La inestabilidad económica estadounidense y europea, principales donantes en el programa aumenta los temores.
El embajador estadounidense ante las agencias de la ONU, Ertharin Cousin, ha dicho que "lo importante es que continuaremos dando ayuda al exterior y, en particular para alimentos" pero ha señalado que "ante la cambiante dinámica financiera se necesita ampliar los donantes a escala mundial y no depender sólo de los tradicionales".
Samkange ha señalado que el PAM se enfrenta a un déficit de 250 millones de dólares (175 millones de euros) en los próximos seis meses.