Actualizado 31/05/2011 18:45

La ONU advierte de la escasez de alimentos y de medicamentos en las zonas controladas por Gadafi

Evacuados De Misrata, En Libia
REUTERS


TRÍPOLI, 31 May. (Reuters/EP) -

El coordinado de Asuntos Humanitarios de la ONU para Libia, Panos Moumtzis, ha advertido de que la escasez de suministros de alimentos y medicinas en algunas zonas de Libia controladas por el líder del país, Muamar Gadafi, es una "bomba de relojería", ya que en algunos casos podría durar solo semanas.

Moumtzis explicó que el Gobierno libio le ha informado de que está utilizando los alimentos y las medicinas que tiene almacenadas, pero que no puede reponerlos por las sanciones.

"Los suministros de alimentos y de medicinas son como una bomba de relojería. Por el momento está bajo control y está bien. Pero si esto sigue, se convertirá en un problema mayor", dijo a Reuters en Trípoli.

Antes del inicio del conflicto, el Gobierno libio exportaba 1,8 millones de barriles al día y gracias a ese dinero, ponía en circulación alimentos más baratos por medio de subsidios. Este mercado se ha estancado por las sanciones.

"Nos han dado alguna información sobre sus productos almacenados", señaló Moumtzis. "En el caso de algunos productos alimenticios es cuestión de semanas, en otros quizás de meses. Lo que está claro es que esto no puede continuar durante mucho tiempo", indicó.

"Por el momento está bajo control, no creo que se produzca ninguna hambruna. Pero cuanto más dure el conflicto, más se reducirán los alimentos almacenados y, en cuestión de semanas, el país llegará a una situación crítica", añadió.

El coordinador de la ONU explicó que ya hay malestar en las zonas que controla Gadafi por la falta de combustible, ya que se forman colas kilométricas durante días. "Existe un creciente enfado entre la población por el hecho de que se ha interrumpido o se ha paralizado la vida normal por la falta de combustible", señaló. Moumtzis indicó que en la parte este, controlada por los rebeldes, la situación es mejor porque no hay falta de combustible.

Los países de la OTAN llevan dos meses bombardeando contra efectivos y puntos clave del Ejército libio y han asegurado que no se detendrá hasta que el líder libio dimita. Los estados han dejado claro que esperan que el descontento por el impacto de las sanciones provoque su caída.