La edificación desde 2012 en ciudades de más de 20.000 habitantes deberá adecuarse a los mapas de ruido de la nueva Ley

El objetivo es impulsar la contaminación acústica como elemento relevante del Plan General de Ordenación Urbana

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 15 abril 2008 16:10

VALLADOLID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Cidaut acoge hoy una jornada técnica de ámbito nacional de difusión de la nueva Ley del Ruido y los dos reales decretos que la completan en las diferentes comunidades autónomas y que en Castilla y León obligará a realizar mapas de ruido en los municipios de más de 20.000 habitantes en el año 2012 de cara a detectar los puntos de mayor contaminación acústica y planificar medidas para reducirla.

Así lo explicaron en una rueda de prensa previa al inicio del encuentro el presidente de la Sociedad Española de Acústica (SEA), Antonio Pérez-López, y los representantes de acústica de Cidaut, Miguel Ángel Morcillo, y de su filial Cecor, Antonio Hidalgo.

En este sentido, el presidente de la SEA explicó que cada región deberá desarrollar sus propias ordenanzas en materia de contaminación acústica, aunque la norma nacional ya obligaba a elaborar antes de 2007 mapas de ruido para las ciudades con una población superior a 200.000 habitantes, entre las que se incluye Valladolid --cuyo estudio aún no se ha hecho público--.

Además, en un plazo de cuatro años (de cara a 2012) prevé aumentar los controles y realizar estos mapas de ruido en ciudades de más de 100.000 habitantes, aunque adelantó que la normativa de Castilla y León disminuirá la cifra hasta 20.000 habitantes.

Con este sistema, mediante una simulación informática que calcula el nivel de ruido que se registra en diferentes puntos de una ciudad, se puede detectar el número de personas afectadas y las zonas de mayor contaminación en función de fuentes emisoras de sonido como carreteras o vías férreas (con su densidad de tráfico y velocidad media o el porcentaje de vehículos pesados y ligeros) o las industrias cercanas.

De esta forma, el objetivo del Gobierno regional será conocer los municipios y las zonas dentro de éstos que soportan unos índices de contaminación acústica superiores a los permitidos por la Ley, que en zonas residenciales fija un tope de 65 decibelios de día y 55 decibelios de noche, umbral que se considera límite para no perjudicar la salud humana.

Además, con estos datos, las autoridades locales, autonómicas y estatales deberán presentar antes del 18 de julio de este año los planes de acción correspondientes a los mapas de ruido elaborados hasta el momento para las principales aglomeraciones y ejes de comunicación-

Pérez-López explicó que estas medidas serán útiles para tratar de reducir la contaminación sonora en zonas ya edificadas, principalmente mediante planes de acción basados en el empleo de pantallas acústicas en carreteras o la implantación de asfaltos fonoabsorbentes con la utilización de polvo de residuos de neumáticos, y sobre todo para condicionar la futura urbanización de las ciudades.

Así, a su juicio la principal ventaja de esta nueva Ley será la inclusión de la contaminación acústica "como un elemento más" en la elaboración del Plan General de Ordenación Urbana de las ciudades y en los códigos técnicos de edificación.

De esta forma, el coste económico derivado de las medidas para reducir los índices de ruido estaría relacionado únicamente con los planes de acción para paliar los problemas actuales, ya que el propósito es que el diseño de las edificaciones futuras se elabore de tal forma que no suponga un coste añadido. "Con una disposición adecuada de los elementos urbanos la incidencia económica directa sería inexistente", argumentó el presidente de la SEA.

Como ejemplos expuso que la Ley recoge la "distancia de servidumbre" que debe mediar entre las nuevas infraestructuras y las futuras urbanizaciones o los métodos de aislamiento que deben incluirse en los nuevos edificios que se construyan en zonas cercanas a aeropuertos.

No obstante, en los casos en los que haya que reducir problemas acústicos ya existentes, el representante de Cecor explicó que se podrían desarrollar acciones como colocar pantallas acústicas, que "en situaciones óptimas pueden reducir en 25 el número de decibelios del ambiente"; soterrar determinadas carreteras o desviarlas fuera de la ciudad si se comprobara la necesidad o cambiar el asfalto de las calzadas urbanas, "medidas que ya se han puesto en marcha en Europa con éxito", aseguró.

En cualquier caso, Hidalgo consideró que seguramente las poblaciones de Castilla y León, por sus características de densidad poblacional, son menos problemáticas que en otras zonas españolas, del mismo modo que aseguró que España va a un buen ritmo de aplicación de medidas contra la contaminación acústica en comparación con otros países europeos.

Finalmente, el presidente del SEA anunció que mañana se celebra el Día Internacional sin Ruido e hizo un llamamiento para que a partir de las 12.00 de la mañana se guarde un minuto de silencio para escuchar los sonidos en los entornos de trabajo o en las calles.

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