MADRID 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una persona fallece en España por cada 700 incendios o explosiones producidas en los hogares, uno de los índices más bajos del mundo, que demostraría que en los últimos 30 años el índice de muertos por millón de habitantes se ha reducido en más de un 50 por ciento, a pesar del crecimiento de la población.
Así se desprende del 'Estudio de víctimas de incendios en España 2010', que ha sido elaborado por la Fundación Mapfre, y que señala a su vez que esta "positiva evolución", tan sólo es superada por países como Suiza y Holanda, donde menos personas fallecen por un incendio.
Según explica, estos datos se deben en gran parte a la alta resistencia al fuego de los materiales de construcción que se utilizan en España, así como al alto desarrollo profesional de los servicios de bomberos y al creciente número de campañas educativas y de prevención que se realizan cada año.
En esta línea, destaca que en los meses de invierno se producen el 48 por ciento de las víctimas mortales de los incendios, casi la mitad de todo el año y, en concreto, diciembre es el mes en el que se producen más víctimas, tanto lesionadas como fallecidas, triplicando la tasa del mes de abril, que es el mes en el que suelen registrarse menos incidencias.
Según recoge el estudio, la mayor parte de las víctimas son hombres, mayores de 65 años, que fallecen principalmente por un descuido con radiadores, chimeneas y braseros, entre otros aparatos, o por el uso inadecuado y el mal estado de un enchufe y otras instalaciones eléctricas. Los siniestros más graves, y también con mayor número de víctimas, se producen durante la noche y en los meses de invierno.
Por comunidades autónomas, Andalucía, con 53; Cataluña, con 24; y Galicia, con 15, fueron las comunidades con mayor número de víctimas mortales. La causa más probable de muerte fue la intoxicación por gases, en un 50 por ciento de los casos y por quemaduras en un 40 por ciento. Además, dos de cada tres muertos en viviendas se producen en los tres primeros pisos.
PREVENIR UN INCENDIO EN EL HOGAR
A la hora de prevenir un incendio en un hogar, la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos recomiendan no sobrecargar los enchufes con ladrones; desconectar los aparatos eléctricos después de usarlos; y no dejar las cerillas y los mecheros al alcance de los niños.
También recomienda no fumar en la cama; no usar braseros de carbón o leña; cerrar siempre la llave del gas después de su uso; no situar las estufas cerca de muebles o cortinas ni utilizarlas para secar la ropa y no abandonar una sartén o una olla en el fuego.