MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ternura ha sido la característica común que ha unido a los libros 'Se vende mamá', de Care Santos y 'El salvaje', de Antonio García, que recibieron ayer los Premios de Literatura Infantil Barco de Vapor y Juvenil Gran Angular 2009, respectivamente, que convoca la Fundación SM dentro de su plan de fomento de la lectura entre niños y jóvenes y como apoyo a los autores en legua castellana. Estos premios cuentan con una dotación de 10.000 euros así como con su publicación, que, en este caso, se hará efectiva en los meses de mayo y septiembre.
Elsa Aguiar, gerente de las Publicaciones Infantiles de la editorial y miembro también del jurado, resaltó que "el libro de Santos fue elegido por el jurado, de entre los 318 ejemplares finalistas, por tratarse de una historia llena de ternura y encanto que interpela tanto a padres como a niños".
Su autora comentó que "el relato acerca la historia de un niño que, celoso de su hermano pequeño, decide vender a su madre en Ebay". "'Se vende mamá' pretende dar a entender a los niños que sus padres son como son porque tener hijos les hace asumir una serie de obligaciones y que, a pesar de los defectos, son capaces de quererles mucho", puntualizó.
"SE LEE MÁS QUE NUNCA"
Por otra parte, Santos resaltó que se siente "extrañada" por haber sido premiada en la categoría infantil ya que su público habitual suele ser el adolescente. "Ahora me he atrevido con el relato infantil porque se me ha llenado la casa de niños y ellos me sirven de continua fuente de inspiración", reconoció.
Participante activa en foros para fomentar la lectura, Santos desmitificó el tópico de que los jóvenes no leen nada o casi nada. "De hecho, ahora se lee más que nunca". Santos añadió que "muchas veces, el problema no lo tienen los niños sino los padres, que son quienes realmente no leen porque dicen que no tienen tiempo; eso sí que es digno de compasión", sentenció.
UN LIBRO ESCRITO "EN TRANCE"
Por su parte Antonio García, ganador del Premio de Literatura Juvenil Gran Angular, destacó que escribió 'El salvaje' "en estado de trance". "A partir de una anécdota desarrollé la historia de un niño de ocho años vendido a un terrateniente que se ve abocado a la soledad gratificante de un desierto donde cuida cabras".
Aguiar señaló que el jurado eligió la obra de entre las 203 que optaban al premio "por la ternura con la que describe a la naturaleza y por su lenguaje literario, en el mejor sentido de la palabra".
García indicó que se inspiró en los personajes de Tarzán y Mogli de 'El libro de la selva' para construir "este personaje que vive encantado en su mundo de soledad". Acostumbrado a escribir libros en catalán, el escritor destacó que le gustó cambiar de idioma para desarrollar esta historia que comparó a lo que sería "el cambio de material para un escultor".
"La ternura y la transgresión" también fueron cualidades que el jurado resaltó de 'Ñam', de David Peña, XIX Premio Internacional de Ilustración 2009, que contó con una dotación de 12.000 euros. "Hay que incendiarlo todo, pero con cariño", bromeó hoy el escritor e ilustrador.
Peña indicó que la historia, que escribió hace tres años y que ilustró el año pasado, "gira en torno a un monstruo que llega a la ciudad y se va comiendo a todo el mundo que trata de echarle: policía, políticos y ciudadanos... Hasta que una niña le regaña por estar ahí, le da la mano y le pide que nunca más se vuelva a escapar".
El dibujante explicó que 'Ñam' "pretende ser una metáfora de ese poder aplastante que todos los adultos temen y que a los niños no sólo no les asusta nada sino que además saben domesticarlo".