Parlamento andaluz rechaza instar a la Junta a ampliar la Ley de Violencia de Género a parejas homosexuales

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 1 julio 2009 16:24

SEVILLA 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Parlamento de Andalucía rechazó hoy instar a la Junta de Andalucía a ampliar la protección de la Ley de la Comunidad Autónoma de Andalucía 13/2007, de 26 de noviembre, de medidas de prevención y protección integral contra la violencia de género a las parejas homosexuales.

De este modo, la Proposición No de Ley (PNL) presentada por el Grupo Popular fue rechazada con siete votos a favor y nueve en contra. Concretamente, el PSOE motivó su rechazo en la consideración de que el concepto de violencia de género abarca "únicamente a la que se ejerce por parte del hombre o agresor hacia la mujer o víctima".

Según el PSOE, la violencia de género tiene su raíz en las relaciones de poder históricas entre mujeres y hombres, definidas por el sometimiento de las primeras, el "símbolo más brutal de la desigualdad entre géneros", algo que no atañe a las parejas de homosexuales, ya que "aunque existen relaciones de poder entre los miembros de la misma, como en cualquier otra relación humana, no se corresponden a los roles tradicionales de hombre y mujer", algo que el propio colectivo LGTB "rechaza".

No obstante, indicó que, actualmente, existen en nuestra sociedad relaciones afectivo-sexuales de todo tipo que "habría que regular a través de otro tipo de iniciativas", siendo el caso de la violencia intrafamiliar, concepto que según los socialistas es el "adecuado" para referirse a la ejercida en el seno de las parejas homosexuales.

Además, destacó que este tipo de violencia está tipificada en el Código Penal, por lo que las parejas homosexuales "no se encuentran desprotegidas" en este sentido.

Por su parte, el Grupo Popular defendió que la Constitución Española establece, en su artículo 14, que "todos los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquiero tra condición o circunstancia personal o social", y que el artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclama que "todo individuo tienederecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona".

Asimismo, indicó que la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, manifiesta en su exposición de motivos qué poderes públicos tienen, conforme a lo dispuesto en el artículo 9.2 de la Constitución, la obligación de adoptar medidas de acción positiva para hacer real y efectiva la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra, removiendo los obstáculos que impiden o dificultan su plenitud.

Sin embargo, criticó, es esta misma Ley la que "contraviene" los preceptos anteriormente mencionados, "excluyendo de su amparo a toda víctima que no sea mujer y su agresor no sea hombre".

De igual modo, la Ley Andaluza 13/2007, de 26 de noviembre, de medidas de protección integral contra la Violencia de Género establece en su objeto, "actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por el sólo hecho de serlo".

Sin embargo, apuntó, hace algunos días conocíamos el primer homicidio en el seno de un matrimonio homosexual en Adra, un municipio del Poniente almeriense, un hecho que ha vuelto a abrir el debate sobre el sujeto de la ley y desde algunos colectivos homosexuales "se ha vuelto a reclamar la ampliación de su cobertura a hombres y mujeres víctimas de la violencia ejercida por sus parejas del mismo sexo".

"La violencia en parejas homosexuales es todavía una realidad desconocida y oculta, por lo que sus víctimas lo son por partida doble: por ser maltratada y por ser excluidas del sistema de protección que establece la ley", destacó.

Por ello, consideró que "no hace falta un centenar de muertes al año para afrontar una problemática como ésta" y pidió que la Administración responda "con suficiente antelación que permita aminorar el efecto y las dimensiones de una problemática como ésta, ya que todavía estamos a tiempo de evitar las peores consecuencias de lo que es, sin lugar a dudas, y al igual que en parejas heterosexuales, el ejercicio de la dominación y sometimiento de un miembro de la pareja sobre el otro".

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