MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, lamentó hoy "mucho" que el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, no apoye la reforma de la Ley de Responsabilidad Penal del Menor, pero espera contar con el resto de los partidos políticos en el trámite parlamentario tras anunciar el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, que impulsaría su modificación.
Tras la visita a unas obras financiadas por el Plan Prisma, Granados señaló que el cambio en la Ley del Menor es una medida ciudadana avalada por todas las encuestas conocidas en los últimos días para que casos como el del 'Rafita' no se vuelvan a producir. "Es verdad que la Ley funciona bien en casi el 85 por ciento de los casos, pero hay algunos delitos más violentos y con mayor trascendencia que, sin duda, la Ley del Menor se ha visto que es ineficaz y que no ataja el problema hasta el final", agregó.
Granados desea con la modificación legislativa que personas que han cometido delitos tan graves cuando llegan a la mayoría de edad no pasen a estar en una situación de libertad vigilada ni en los centros de menores, "sino para que ingresen en prisión de manera inmediata".
"La libertad vigilada no tiene ninguna virtualidad de vigilancia para que no se vuelva a delinquir. Es una fase más de las medidas que se establecen para menores. Funciona francamente bien en los delitos habituales, pero no tiene ningún sentido en delitos tan graves como éste. Lo que hay que hacer es que en los casos de este tipo de delitos no hay libertad vigilada", manifestó el consejero de Justicia.
Por otro lado, recordó está a la espera de las conclusiones del grupo de expertos convocados a petición del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid, integrado por jueces, fiscales, psicólogos, personas relacionados con el mundo del menor y delincuencia.
"Delitos tan graves como el del asesinato de Sandra Palo y otros similares no se pueden solventar con unos años de internamiento en un centro de menores y luego una fase de libertad vigilada. Eso no tiene ningún sentido", concluyó Granados.
