SANTIAGO DE COMPOSTELA, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los 1.373 participantes del I Congreso Nacional de Violencia de Género y Salud --clausurado hoy en Santiago-- elaboraron un manifiesto en el que reclaman a las administraciones que el desarrollo de la Ley Integral contra la Violencia de Género y exigen que los agresores cumplan "íntegras" las condenas.
Este documento, que recibió el nombre de 'Manifiesto de Compostela', fue leído en el acto de clausura del encuentro por una de las responsables del congreso, María Isabel Graña. En el mismo se define violencia de género como "la que sufren todas las mujeres por el mero hecho de serlo" y se hace una llamada a distintos colectivos y a los responsables políticos para que se impliquen en la lucha contra estas agresiones.
Las conclusiones del encuentro destacan que la violencia machista "sigue siendo una lacra social" que involucra a todos, no únicamente a las víctimas, por lo que es necesario un trabajo transversal, desde la formación de los profesionales que atienden a estas mujeres --personal sanitario, servicios sociales, fuerzas de seguridad, justicia-- a un tratamiento informativo en los medios de comunicación que ponga el "énfasis en el maltratador, nunca en la mujer".
Asimismo, en el manifiesto se reclama que la prevención, detección y atención esté incluida "en la cartera de servicio sanitarios". Por todo ello, los participantes en este foro en Santiago de Compostela instaron a las administraciones estatal, autonómica y locales a "llevar a cabo las medidas que permitan poner en práctica" las medidas expuestas en el documento.
En el congreso, en el que participaron expertos procedentes de diferentes lugares del mundo, como Nepal o México, se trataron, en diferentes mesas, asuntos como los servicios judiciales, el aspecto sanitario de la violencia machista o los proyectos que se desarrollan en otros países. El encuentro fue inaugurado el pasado miércoles por la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.
Por su parte, la conselleira gallega de Sanidade, María José Rubio, situó este sector como "privilegiado" para la detección de indicios de casos de malos tratos a mujeres. "Éste es un problema de salud emergente y así lo debemos considerar", dijo e hizo una llamada a todos los profesionales que deben tratar con las víctimas en algún momento del proceso a "implicarse en esta lucha".
La titular de este departamento de la Xunta elogió el trabajo llevado a cabo durante los tres días que duró el encuentro, al que se refirió como "altavoz sobre el silencio, llamada a la solidaridad y la implicación efectiva en el combate a favor de la razón y la dignidad".
Consideró que esta primera reunión de carácter estatal fue "productiva y estimulante" y abogó por que alguna otra comunidad autónoma recoja el testigo y organice en 2010 un segundo congreso sobre violencia de género y salud. "Es un orgullo poder clausurar este congreso y será un orgullo también asistir al II Congreso de Violencia de Género en 2010", aseguró.
Rubio manifestó que el recorrido para acabar con la violencia sobre las mujeres es "difícil y largo" y agradeció a los profesionales que asistieron a esta cita que se involucren en el "cambio cultural que significa avanzar por el camino de la igualdad". Valoró, además, que se haya producido en Santiago un "pronunciamiento público de los varones" a favor de esta lucha.