Archivo - Un total de 15 universidades participan en los 'Campus Inclusivos' para estudiantes con discapacidad - FUNDACIÓN ONCE - Archivo
MADRID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
El estudio 'La inclusión de las personas con discapacidad en el sistema universitario español', llevado a cabo por Fundación ONCE, aboga por implementar políticas de inclusión transversales para mejorar el acceso y el paso de los estudiantes con discapacidad por los campus españoles.
Con el título 'La inclusión de las personas con discapacidad en el sistema universitario español', el trabajo analiza la situación actual de los estudiantes con discapacidad en los campus y ofrece una serie de recomendaciones para mejorar tanto su acceso como su estancia en estas instituciones. En este sentido, denuncia que algunos alumnos siguen enfrentándose a problemas de accesibilidad, falta de adaptaciones y estigmatización por causa de su discapacidad.
En su elaboración han participado 40 de las 48 universidades públicas existentes en la actualidad en España, además de entidades como Fundación Universia, CRUE, Aneca y ESN, que reconocen un avance, aunque "más lento y débil de lo esperado", en los últimos años, pero también la necesidad de seguir trabajando para hacer más inclusivo el paso de estos alumnos por las enseñanzas superiores.
El estudio, elaborado con un enfoque cualitativo en verano de 2024, se hizo mediante entrevistas en profundidad y grupos focales en los que hubo representación de rectores, responsables de los servicios de atención a la discapacidad, estudiantes con discapacidad y personal docente e investigador con y sin discapacidad.
En concreto, el informe reconoce un "avance" en la inclusión de las personas con discapacidad en las universidades españolas, pero sostiene que es "insuficiente" para garantizar la igualdad de oportunidades y los derechos del colectivo en los campus, ya que es "más lento y débil de lo esperado".
Para progresar, el estudio considera que debe producirse "un cambio en la mirada y un cambio cultural, tanto de la sociedad en general como de las instituciones universitarias en particular". En este sentido, el trabajo afirma que "el principal reto es la transversalidad de las políticas de inclusión en las instituciones universitarias" y confía en la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), aunque considera que tiene "deficiencias que limitan su implementación, especialmente por la falta de financiación económica para el despliegue de las medidas aprobadas".
Según datos del Observatorio sobre Discapacidad y Trabajo (Odismet) de 2023, el 19,2% de las personas con discapacidad finaliza estudios universitarios, un porcentaje que en el caso de la población sin discapacidad llega al 39%. Pese a esta diferencia, el número de alumnos con discapacidad que acceden a estudios superiores ha ido incrementándose en la última década hasta superar los 22.000, una cifra que representa el 1,6% del total del alumnado en la universidad.
Además de estar poco representadas en la universidad, las personas con discapacidad que pasan por ella encuentran barreras de inclusión en su estancia, ya que espacios, materiales y contenidos digitales no siempre son accesibles y las adaptaciones que precisan para seguir las clases con normalidad tampoco se aplican en todos los casos como debieran, en buena medida "por las actitudes y reticencias de una parte del profesorado".
Por este motivo, el informe aboga por contar con "criterios unánimes y garantistas en todas las universidades" para realizar estas adaptaciones y ajustes razonables.
BAJA PARTICIPACIÓN E INVISIBILIDAD
En la misma línea, el documento advierte una baja participación del estudiantado con discapacidad en la vida universitaria en actividades extracurriculares y "bastante escasa" en órganos de representación, principalmente debido a la falta de adaptaciones y de accesibilidad y al sobreesfuerzo que les supone. "La movilidad internacional también es muy baja", denuncia.
Por otra parte, los estudiantes con discapacidad perciben dificultades para la realización de prácticas curriculares y extracurriculares, a pesar de las acciones de búsqueda y gestión de estas prácticas.
Otro aspecto que analiza el trabajo es el de la "invisibilidad" de la discapacidad que deciden adoptar algunos estudiantes para que no se les considere menos capaces, como ocurre en ocasiones, y se les estigmatice. A este respecto, hay consenso al considerar que las actitudes negativas podrían superarse con formación y sensibilización sobre inclusión y atención a personas con discapacidad, que es una de las recomendaciones que hace el informe.