Un acusado de violar a su hijastra de 9 años en Lleida pide perdón por los tocamientos

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 1 junio 2011 14:51

LLEIDA 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

El hombre acusado de violar a su hijastra de 9 años en Lleida ha pedido perdón este miércoles en el juicio, aunque no ha reconocido haberla violado pese a que los forenses sí han apreciado que la niña presentó indicios.

"Por eso soy culpable, tres veces tuve tocamientos con ella. Ahora me he dado cuenta que hice mal. Por eso soy culpable y pido perdón, no tuve penetración ni nada", ha explicado en el juicio que ha quedado suspendido a la espera de que sea sometido a un examen psiquiátrico a petición de su abogada.

La niña ha declarado a puerta cerrada y la madre ha asegurado que se enteró por la calle de que su marido tenía relaciones con su hija mientras ella estaba trabajando. Ha explicado que en la calle decían de ella que no tenía vergüenza porque cuando se iba a trabajar su marido "hacía el amor con su hija".

La Fiscalía pide 15 años de cárcel para el acusado, L.A.M. de 44 años y ahora en prisión preventiva por haber violado a la niña repetidas veces durante un año y cuatro meses cuando tenía 9 años.

El escrito de acusación relata que la niña llegó de Camerún, país del que son todos originarios, en noviembre de 2008 para vivir con su madre, el marido de ella y un hijo de ambos.

El Ministerio Fiscal asegura que los encuentros se producían cuando la madre estaba trabajando, en un número indeterminado de ocasiones.

Para evitar que la niña se opusiera y contara lo que le pasaba, el acusado, según el relato de la fiscal, insistía a la menor en que si relataba lo sucedido tendría que marcharse de casa, y ésta, por temor, soportó la conducta del acusado y guardó silencio hasta el 21 de abril de 2010.

Según Fiscalía el acusado es responsable de un delito continuado de agresión sexual con intimidación por el que solicita que se le imponga una pena de 15 años de prisión y la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la menor durante la década posterior al cumplimiento de la pena.

Los psicólogos que atendieron a la niña consideran creíble su testimonio por la estructura de su relato, la reproducción de sus conversaciones, su persistencia y la inexistencia de interese secundarios, e incluso han considerado que tenía miedo de explicar lo que le pasaba.

También han detectado secuelas, como aislamiento, un carácter cerrado, miedo e insomnio además de pesadillas. Ahora la familia se ha trasladado a Lyon, Francia, donde recibe apoyo psicológico.

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