Actualizado 31/03/2009 22:11

Los forenses toman muestras de saliva al paraguayo acusado de dejar embarazada a su cuñada de 15 años en Gijón

OVIEDO, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Avilés practicaron hoy la prueba de ADN en la saliva al hombre, de 39 años de y natural de Paraguay, acusado de un delito de agresión sexual, contra su cuñada de 15 años, a la que dejó embarazada, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas. Los resultados se conocerán transcurrido un mes, según los forenses.

La prueba se practicó en Avilés debido a que el acusado, vecino de Gijón, cambió su domicilio a la localidad de Avilés y por ello realizó un exhorto a los juzgados de la villa para poder acudir a los forenses de Avilés.

Los hechos ocurrieron el 17 de enero de 2009, cuando a las 9.54 la joven víctima de las agresiones, de 15 años, llamó al 112 para alertar de que sus familiares la acaban de echar de casa, que estaba embarazada y que no tenía a donde ir. De forma inmediata una patrulla de la Policía Local se hace cargo de la chica que informó a los agentes de que vivía con su hermana, el marido de ésta y el hijo de ambos.

Los agentes la trasladaron al Hospital de Cabueñes donde se le practicó un reconocimiento médico que confirmó que, efectivamente, la joven se encontraba embarazada de cinco semanas. La chica fue trasladada por los policías locales a un centro asistencial de Oviedo.

Según el relato policial, la joven les informó de que a primeros de diciembre mediante "engaños y falsas promesas", su cuñado la intentó convencer para mantener relaciones. Ella accedió voluntariamente, realizándolas en el domicilio familiar cuando no se encontraba su hermana.

Según su declaración, a lo largo del mismo mes su cuñado lo volvió a intentar en varias ocasiones, pero ella no accedió a las pretensiones del hombre, si bien admitió que en ocasiones en las que no estaba presente su hermana le había tocado.

Como el detenido no conseguía sus propósitos la amenazó con contar a su hermana que mantenían una relación, lo que provocaría que la mandasen de vuelta a su país de origen, Paraguay. Por ello, ante el temor de que cumpliera sus amenazas y sin el consentimiento de la chica el cuñado la obligó a mantener relaciones sexuales.

El día 13 de enero la joven se encontraba mal y decidió hacer la prueba del embarazo, dando resultado positivo. Tras informar de ello al cuñado, él le prometió que le daría dinero para que abortase.

En la mañana de su detención la víctima le pidió 400 euros para practicar el aborto. Fue entonces cuando su cuñado le negó el dinero y la echó del domicilio.

La Policía tomó declaración a la hermana de la menor, quien manifestó que desconocía todo lo anterior, si bien admitió que había notado un comportamiento extraño entre ambos