Actualizado 20/04/2009 14:49

El marido de la menor mauritana defiende su inocencia y afirma que no es un "animal"

CÁDIZ, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

El marido de la menor mauritana que se encuentra en prisión condenado por un delito de agresión sexual a 13 años y medio de cárcel defendió hoy su inocencia en una vista sobre la prórroga de su permanencia en prisión celebrada en la Audiencia Provincial, donde la Fiscalía solicitó dicha prórroga y su defensa su puesta en libertad hasta que la sentencia sea firme por el Tribunal Supremo. Además, el condenado afirmó que la violación es "un acto animal" y que él no es un "animal".

En la vista celebrada, cuya decisión se conocerá mañana, la Fiscalía pidió la prórroga de su permanencia en prisión hasta el límite de la mitad de la condena, lo que significan seis años y nueves meses de prisión, mientras que no dictamine el Tribunal Supremo.

Por su parte, la defensa del marido de la menor solicitó su puesta en libertad alegando que el condenado tiene retirado el pasaporte, lo cual es una razón más que suficiente para que no exista riesgo de fuga, lo cual defendió además que no la hay porque su patrocinado quiere que haya justicia. Asimismo, apeló a la presunción de inocencia y a la igualdad con los otros dos condenados (los padres de la menor), cuyo Tribunal dejó la pasada semana en libertad a la espera del dictamen del Tribunal Supremo.

En la vista, también estuvo presente el marido de la menor, que defendió su inocencia afirmando que nunca había maltratado "a nadie" y acusó a la familia (de acogida) de la menor de presionarla para que "mienta". Asimismo, manifestó que si su mujer quiere el divorcio, que lo pida, ya que en España la Ley lo permite, pero que no le "destroce la vida".

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial condenó el pasado mes de marzo a la madre de la menor a 17 años de prisión por un delito de violación, otro de coacciones y un tercero de amenazas, mientras que el padre de la menor lo condenó a un año y medio de prisión por un delito de amenazas y al marido a 13 años y medio por agresión sexual.

En la celebración del juicio, la menor aseguró ser violada por su esposo, con quien señaló que fue obligada a casarse cuando tenía 12 años bajo amenazas de su familia, que, según indicó, le llegaron a decir que si no mantenía relaciones sería lapidada.

La joven, que aún es menor, nació en Puerto Real (Cádiz), siendo acogida por unos vecinos españoles, los cuales no contaban legalmente con su potestad. Así, en un viaje de verano a Mauritania, fue casada con un primo de unos 40 años de edad.

Según declaró la joven, fue violada allí por su esposo y tras enfermar, lo cual en su declaración achacó a la tensión que vivía, volvió a España. Posteriormente, vino el marido y también fue obligada, según su testimonio, por su familia, a mantener relaciones bajo amenazas.

Según relató, tras ser violada, se puso en contacto con la familia con la que había vivido en España que consiguió tener acceso a ella y presentar la denuncia.