Actualizado 24/07/2008 18:04

Baleares iniciará un plan de protección para preservar el hábitat de la foca monje en sus lugares de reposo habituales


PALMA DE MALLORCA, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las Consejerías de Medio Ambiente y de Agricultura y Pesca del Gobierno balear iniciarán un plan de protección para preservar el hábitat de la foca monje, especie que está siendo avistada desde hace más de un mes en las costas mallorquinas y que no se contemplaba en Baleares desde hacía medio siglo, cuando se identifiquen cuáles son sus lugares habituales de reposo.

En rueda de prensa, el consejero de Medio Ambiente, Miquel Àngel Grimalt, destacó que este plan "todavía" no se puede activar puesto que no se han localizado estos "lugares de descanso" del mamífero, sin embargo, una vez se tengan, se restringirá el paso de "personas y de embarcaciones".

Grimalt indicó, además, que este plan de protección podrá ser "móvil" en función de los desplazamientos y "comportamiento del animal". Sin embargo, subrayó que se le acostumbra a ver entre la costa de Valldemossa y Cap Blanc.

Desde el día en que el Gobierno autonómico anunció la posibilidad de que hubiese una foca monje en nuestras costas, el pasado 17 de junio, se han producido ocho avistamientos más y algunos expertos a los que las Consejerías han consultado, apuntaron la posibilidad de que este ejemplar sea una hembra, puesto que los machos tienen las cabezas de mayor magnitud.

En cuanto al plan de recuperación de la especie, Grimalt sostuvo que se han puesto en contacto con el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino solicitando la colaboración en la redacción del plan, aunque no han obtenido respuesta.

Asimismo, se han dirigido a la oficina del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas para su colaboración, tanto en el seguimiento de la foca, como en el futuro plan de recuperación.

INDICADOR DE LA CALIDAD DEL LITORAL BALEAR

El consejero indicó que sería posible la reintroducción de esta especie en lugares como el Parque Natural de Cabrera y apuntó que el hecho de que ésta se produzca en la Comunidad cuenta con el beneplácito de los pescadores.

Por otra parte, Grimalt hizo hincapié en que la existencia de esta foca monje en las costas baleares es un "indicador de la calidad de nuestro litoral" y apuntó la posibilidad de que esto sea "positivo" "hasta para nuestra economía" debido a la importancia del turismo en las Islas.

Debido a los avistamientos, el Gobierno balear puso en marcha un sistema de información-confirmación en el que han trabajado dos personas que han recorrido más de 600 kilómetros y realizado un total de 80 horas en el mar.

Estas informadoras establecieron, según explicó el conseller, más de 800 contactos personales y repartieron más de 2.000 folletos con información y recomendación para los ciudadanos en caso de ver al animal.

Grimalt recordó que las personas que vean al 'vell marí' deben "dejarlo tranquilo" y ponerse en contacto con la Consejería de Medio Ambiente o Pesca, el 112 o Salvamento Marítimo. Así, recordó que está "prohibido" acercarse al animal o estar a menos de 100 metros.

La foca monje es un animal tranquilo pero pesa unos 200 kilos y, ocasionalmente, ha nadado cerca de embarcaciones que se encontraban fondeando; por otra parte, aconsejó no entrar en cuevas marinas en el tramo de costa entre Valldemossa y Cap Blanc.

Sobre el posible efecto de este ejemplar, y de futuros en caso de que fuese posible la recuperación de la especie, en la pesca balear, el conseller manifestó que sería irrelevante y no tendría "nada que ver con determinadas artes de pescadores de otras zonas".

El consejero apuntó que durante el próximo mes de octubre tendrá lugar el Congreso Mundial de la Naturaleza de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), un "buen momento" para hablar del tema con los expertos internacionales y para "tener un cambio de impresiones" en uno de los "organismos de referencia" en estas cuestiones, y, así, determinar "qué hacer a partir de ahora", explicó Grimalt.