BEIJING 27 May. (EUROPA PRESS) -
Más de 40 personas han muerto como consecuencia de las lluvias torrenciales, las precipitaciones en forma de granizo y las consiguientes inundaciones que se están produciendo en las provincias centrorientales de China. De ellas, 23 han fallecido en la provincia de Hubei y otras 18 han perdido la vida en Guizhou, donde además hay doce desaparecidos.
En Guiyang, la capital de Guizhou, se han contabilizado 116 heridos, y más de 4.600 personas han sido evacuadas, según informó hoy la agencia de noticias estatal china, Xinhua. En esta provincia hay más de 538.000 personas y 17 ciudades y condados afectados, y unas 6.700 viviendas se han derrumbado o han quedado dañadas.
Mientras, en el condado de Yuanling, provincia de Hunan, las lluvias torrenciales han causado la muerte de dos personas y la desaparición de otras cuatro. Aquí los damnificados por las intensas lluvias --que han provocado inundaciones, corrimientos de tierra y daños materiales en casas, carreteras, campos de cultivo y han perjudicado al suministro eléctrico y a las redes de telecomunicación-- ascienden a casi 90.000.
Un portavoz del gobierno de Yuanling anunció que se han enviado equipos de rescate a la zona para buscar a los desaparecidos y también trabajadores para reparar las instalaciones dañadas. Según las autoridades meteorológicas locales, las lluvias torrenciales continuarán hasta el próximo jueves.
Entretanto, las autoridades chinas intentan frenéticamente desecar cientos de embalses y decenas de lagos formados por los corrimientos de tierra causados por el fuerte terremoto ocurrido hace dos semanas en la provincia de Sichuán.
Existe el riesgo de que las intensas precipitaciones veraniegas ejerzan presión sobre las presas, y si éstas se rompiesen pondrían en peligro la vida de las decenas de miles de personas que viven en localidades situadas por debajo de los diques.