Actualizado 31/03/2008 17:20

Ecologistas piden coherencia en la oposición al trasvase del Segre y responsabilizan a la Generalitat de mala gestión

MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

Greenpeace y WWF/Adena manifestaron hoy su oposición rotunda a cualquier tipo de trasvase, incluido el del Segre, propuesto por la Generalitat de Cataluña y al que se opone el Gobierno, al tiempo que recordaron al Ejecutivo la necesidad de ser coherente en su política de agua y responsabilizaron a los gestores catalanes de no prever las consecuencias de la sequía.

Así, el responsable de la campaña de contaminación y agua de Greenpeace, Julio Barea, dijo a Europa Press que el rechazo es a "todo tipo de trasvases" especialmente si se trata de trasferencia de agua entre dos cuencas diferentes (la del Ebro y las cuencas internas de Cataluña). En cualquier caso, advirtió de que el problema al que se enfrenta el área metropolitana de Barcelona es de contaminación de sus reservas y de mala gestión de la demanda.

"Ahora que estamos 'con el agua al cuello' buscan medidas de urgencia que llegan tarde --advirtió--, y plantean un trasvase desde un río que necesita el agua (el Segre). Lo pueden llamar tubería temporal o trasferencia de agua, pero está claro que pretenden un trasvases entre dos ríos".

Barea reconoció que, llegados a esta situación, cualquier medida que persiga evitar restricciones en el consumo es medioambientalmente mala. En este sentido, rechazó también el transporte de agua en barco desde la desaladora de Carboneras, en Almería, hasta Barcelona. "Todas las soluciones son igual de malas --dijo--. La responsabilidad es de los gestores porque podía no haberse llegado a esta situación. Es necesaria una solución global para la política del agua, a nivel estatal y a largo plazo, no a cuatro u ocho años vista".

TRASVASE TAJO-GUADIANA

En la misma línea, Alberto Fernández Lop, del programa de Agua de WWF/Adena, reclamó coherencia al Ejecutivo. Según advirtió, el pasado viernes dio luz verde a otro trasvase, al aprobar la licitación de una depuradora de agua que facilitará la trasferencia del Tajo al Guadiana, a petición de Castilla-La Mancha, para abastecer a la región occidental de esta comunidad autónoma, con un déficit hídrico de 3.000 hectómetros cúbicos, no por cantidad sino por contaminación debido a sobreexplotación de sus acuíferos y usos agrarios.

"Pedimos a Zapatero que, lo mismo que derogó el trasvase del Ebro, se oponga al resto de los trasvases --exigió--. Desde de decir igualmente que no a un trasvase en Castilla-La Mancha que al propuesto ahora en Cataluña".

En su opinión, es más lógica la solución de urgencia de trasladar agua desde Carboneras (Almería), que permitiría ofrecer una salida "puntual" a un problema "puntual" sin la construcción de infraestructuras permanentes. "Dicen que la tubería es y temporal, pero una vez realizada la trasferencia nadie va a renunciar a esos hectómetros cúbicos y se generará un desequilibrio crónico en el Segre", concluyó.