Expertos advierten que el accidente de Aznalcollar se puede volver a repetir en cientos de balsas mineras abandonadas

Los científicos pidieron desviar el río Agrio, que sigue contaminando el Guadiamar, pero no se adoptó esta medida

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 23 abril 2008 16:50

MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

Una catástrofe ambiental como la que sacudió al Parque Nacional de Doñana en 1998, con la rotura de la balsa minera de Aznalcóllar podría volver a suceder hoy porque existen en España "cientos de balsas mineras abandonadas" de igual o mayores proporciones que la de Boliden e incluso más contaminantes, según advirtió hoy el ex director de la Estación Biológica de Doñana, Miguel Ferrer, con motivo del décimo aniversario del desastre el próximo 25 de abril.

También coincide en este diagnóstico el actual director de la Estación, Fernando Hiraldo, que advirtió, en declaraciones a Europa Press, de que la industria minera es muy agresiva con el medio ambiente y hay numerosas abandonadas. "Los expertos deberían sentarse y decidir qué hay que hacer con esas minas para evitar que de ellas salga contaminación", recalcó.

En esta línea, Ferrer precisó que la Ley de Responsabilidad Ambiental, aprobada el año pasado, ya recoge la necesidad de que los planes de emergencia de las minas se mantengan, tras su explotación, durante 30 años más. "Pero esta normativa no afecta a las cientos de minas que ya han sido abandonadas en España, y algunas de ellas tienen cianuro, que es tres o cuatro veces más contaminante que el arsénico", advirtió.

PROTOCOLO CIENTÍFICO EN SITUACIÓN DE CRISIS

Además, si alguna de estas previsiones se cumpliera, otras preocupación de los expertos es que la actuación frente a la rotura de la balsa minera de Boliden en 1998 no se ha sistematizado. "Necesitamos un protocolo de actuación científica en situación de crisis, que nos permita trabajar de forma automática cuando se produce el accidente en lugar de depender del acierto del director o presidente de turno", advierte Ferrer.

En este sentido, lamenta que la actuación frente a la catástrofe de Aznalcóllar, donde la comunidad científica asumió el protagonismo de las medidas a poner en marcha, fue anecdótica. "Fue una actuación sin precedentes para hacer frente al mayor desastre ambiental en Europa Occidental", aseguró.

Lo mismo asegura Hiraldo, que destaca que técnicos, administraciones públicas y empresas hicieron un trabajo único. "Los camiones que retiraban lodos recorrieron 17.000 kilómetros, que es igual que dar varias veces la vuelta a la Tierra", afirmó. Sin embargo, lamentó que esa actuación, como se pudo ver después en el desastre del 'Prestige', no dio lugar a una organización de crisis a nivel ambiental o de salud.

"ACTUAR DESDE EL PRIMER MINUTO"

En la misma línea, el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicos (CSIC) cuando se produjo el vertido, César Nombela, indicó que "aprender de la lección" singificaría que en otras situaciones similares se actúa desde el primer minuto, sin esperar instrucciones de nadie, para estudiar lo que ocurre, hacerlo público y proponer soluciones si se tienen claras. "Por desgracia, cuando se hundió el 'Prestige' en otoño de 2002, cuatro años más tarde, no se actuó así desde el primer momento", apuntó.

En todo caso, los científicos coinciden en que la situación del Parque Nacional de Doñana es mejor ahora que incluso antes de la catástrofe, gracias a las actuaciones llevadas a cabo. Ferrer, sólo le pone un 'pero'. "Pedimos la desviación del río Agrio, que estaba contaminado y sigue recibiendo filtraciones de la balsa que al final llegan al Guadiamar. Esta medida no se llevó a cabo", lamentó.

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