Actualizado 08/10/2008 21:10

Identifican 90 rasgos biológicos que hacen a las especies vulnerables al cambio climático

BARCELONA, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha identificado 90 rasgos biológicos que hacen a las especies vulnerables al cambio climático. Es la primera vez que se hace una evaluación de este tipo, según afirmó hoy la investigadora del Programa de Especies de la UICN, Wendy Foden.

Según precisó en el IV Congreso Mundial de la Naturaleza que se celebra en Barcelona, el 35 por ciento de las aves, el 52 por ciento de los anfibios y el 71 por ciento de los arrecifes de coral de agua templada son vulnerables, una concreción que puede ayudar a los Gobiernos a adoptar medidas contra el cambio, defendió.

El análisis señala que 3.438 de las 9.856 especies de aves del planeta tienen por lo menos uno de los once rasgos que las podrían hacer más vulnerables al cambio, siendo el albatros, el pingüino, el petrel y la pardela de las más vulnerables.

También destaca que 3.217 de lo 6.222 anfibios del planeta van a sufrir por el cambio. Entre ellos, se podrían verse muy afectadas tres familias de salamandras y especies como la ranita de Seychelles y la rana australiana de suelo.

Las especies de anfibios más amenazadas son aquellas que requieren hábitats específicos, como aquellas cuyas larvas necesitan estar en el agua o las que no pueden superar las barreras que las rodean, como son las grandes superficies acuáticas o las zonas muy transformadas por la acción humana.

MÁS ENFERMEDADES EN ANFIBIOS

La investigadora aseguró que los cambios en el clima está favoreciendo que los anfibios padezcan más enfermedades y que sus hábitats se vean modificados, en Centroamérica y el Amazonas, donde una disposición diferente de las nubes impide mantener las condiciones de humedad que necesitan.

Respecto al coral, el informe indica que 566 de las 799 especies de agua templada son vulnerables por su sensibilidad al aumento de la temperatura del agua, a las sedimentaciones y al daño provocado por tormentas y ciclones. También afecta su escasa capacidad de diseminación y de colonización.

Ante ello, Foden propuso que una posible solución seria la simbiosis de los corales con algas, que resisten mejor a la subida de la temperatura del agua, algo que podría permitir la adaptación de los corales.