Actualizado 27/10/2008 14:08

LLuvias.- Melilla deja de estar incomunicada con la Península y Marruecos tras las precipitaciones del domingo

MELILLA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

Melilla recupera poco a poco la normalidad después de permanecer incomunicada por el tierra, mar y aire por las fuertes lluvias del domingo, después de que se hayan abierto los puestos fronterizos con Marruecos, reanudados los vuelos con la Península y restablecidos las conexiones marítimas con Málaga y Almería.

Las lluvias torrenciales que cayeron ayer sobre Melilla, las más importantes de los últimos treinta años, provocaron que durante una buena parte de la jornada del domingo la ciudad estuviera totalmente, si bien este lunes la situación en los transportes con la Península y el tránsito de vehículos y fronteras se hayan normalizado.

La tormenta de más de 100 litros por metro cuadrado, además de inundar calles, viviendas y garajes, desbordó el Río de Oro y los arroyos del Real y Mezquita, además de romper 30 metros de la valla fronteriza.

PRESIDENTE DE LA CIUDAD

El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda (PP), reconoció que lo ocurrido el domingo es excepcional. "En mi vida había visto algo igual en Melilla" admitió, "ni siquiera en las inundaciones de 1985 vi lo que he visto ahora", tras desbordarse el Río de Oro y los arroyos de Real y Mezquita.

Imbroda siguió las incidencias que provocaba la lluvia desde que empezó a caer con gran intensidad, convocando un 'gabinete de crisis' formado por los consejeros de Seguridad Ciudadana, Medio Ambiente, Fomento y Bienestar Social, así como los técnicos, para atender todas necesidades tanto de ciudadanos particulares como de infraestructuras, que se originaban por la fuerte tormenta.

El presidente dio cuenta de las intervenciones realizadas por los Bomberos, con más de 135 servicios, después de que al turno del día se le uniera otro de refuerzo; las actuaciones desarrolladas por la Policía Local, con 80 voluntarios; y Protección Civil, con ocho voluntarios más.

La primera autoridad destacó que "por fortuna no hay que lamentar daños personales" por la importancia de la lluvia, ya que la fuerza del agua podía arrastrar a vehículos, como a punto estuvo de ocurrirle en un 4x4 cuando pasaba por la Avenida Donantes de Sangre.

El delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, subrayó por su parte que su departamento movilizó a todos sus efectivos "para paliar los efectos de las inundaciones" que sufrió Melilla ayer y, en este sentido, destacó la colaboración con la Ciudad Autónoma, para hacer frente a los estragos que ocasionaron 107 litros por metro cuadrado. Escobar resaltó además que se alertó al Ejército por si era necesaria su intervención, porque todavía se mantiene la alerta naranja.

El representante gubernativo también destacó la ausencia de víctimas, hasta el punto de que aseguró que el servicio de atención médica urgente del 061 no tuvo que realizar ninguna salida relacionada con la lluvia.

En lo referente a la posibilidad de que Melilla se declare zona catastrófica, dijo que se evaluará junto con la Ciudad, aunque avanzó que seguirán poniendo a su disposición los trabajadores de los planes de empleo para las tareas de limpieza de las playas.