El número de incendios registrados en 2007 se redujo un 86 por ciento y se quemaron 113.000 m2 menos que en 2003

Europa Press Sociedad
Actualizado: viernes, 18 julio 2008 16:05

MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

Durante el pasado año, se redujeron los incendios en un 86 por ciento, pasando de 49 a 7, y se quemaron 113.000 metros cuadrados menos que en 2003, lo que supone también una reducción de la superficie calcinada en un 96 por ciento, según datos ofrecidos hoy por la delegada del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, durante la presentación del operativo contra incendios forestales en la Casa de Campo.

"Desde que el Consistorio cerró al tráfico rodado la Casa de Campo en julio de 2007, el número de siniestros ha disminuido de forma evidente. Conservar este patrimonio cultural, histórico y medioambiental es el compromiso municipal con todos los madrileños", recalcó la responsable medioambiental. Asimismo, en lo que va de año, sólo ha tenido lugar un incendio que prendió el parque, afectando a 189 metros cuadrados de superficie y durante 2007, se produjeron 7 incendios que afectaron a 5.000 metros cuadrados.

El operativo contra incendios, que cuenta con 123 operarios para garantizar la seguridad del parque las 24 horas del día con la ayuda de autobombas, camiones-nodriza, torretas y cortafuegos, ha sido dotado por el Gobierno municipal con 700.000 euros.

El servicio contra incendios está formado por 85 trabajadores a lo largo de todo el año, pero se refuerza en la época estival las 24 horas del día con 3 retenes de 38 personas cada uno, ayudados por tres autobombas, dos vehículos todoterreno y dos camiones-nodriza, con capacidad para 10.000 litros cada uno y que proporcionan agua de forma continua. En la práctica, la efectividad del operativo se traduce en un tiempo de respuesta inferior a diez minutos.

Entre las funciones del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales, puesto en marcha en 2004, figura la de evitar que se llegue a producir el fuego (labores de prevención). En esta tarea, los trabajadores desbrozan matorrales, siegan cada año más de 600 hectáreas de hierba, podan más de 7.800 árboles y ramas bajas, y mantienen despejados 128 kilómetros de cortafuegos y líneas de defensa.

A estas labores hay que añadir el mantenimiento de la red de pistas y caminos, que garantiza el acceso a los medios de extinción en caso de ser necesario, la existencia de señales disuasorias del uso del fuego y el mantenimiento de las torres de vigilancia y de la red de hidrantes. Asimismo, se realizan rutas de vigilancia en toda la superficie del parque con especial incidencia en las zonas de mayor afluencia de público.

Para detectar un posible incendio, el parque cuenta con dos torres que están atendidas por diez operarios las 24 horas del día y donde la información pasa a la central de operaciones gestionada por el Ayuntamiento y coordinada con el Servicio de Emergencias 112 a través de emisoras que funcionan por repetidores instalados en las propias torretas. Cuando se constata la presencia de fuego, los medios disponibles se movilizan de manera inmediata e intervienen con el método denominado "pronto ataque".

"Dado que este año Madrid ha tenido una primavera más lluviosa de lo habitual, existe un alto riesgo de incendios forestales", señaló Botella, por lo que recomendó evitar todo tipo de fuegos (está prohibido hacer hogueras y barbacoas), no arrojar colillas ni objetos en combustión, avisar a los servicios de emergencia en caso de detectar una columna de humo o un posible foco y, en caso de incendio, facilitar la actuación de los servicios de emergencias.

"Prevenir el fuego es cosa de todos. Un gran número de incendios se debe a causas humanas, por tanto, la responsabilidad de todos los que visitamos la Casa de Campo resulta determinante en la prevención de incendios", agregó Botella.

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