Actualizado 31/03/2008 17:53

El PSC recuerda al Gobierno que lo es "de toda España" y debe garantizar el derecho al agua de Barcelona

Advierte a Iglesias de que dejar sin agua a 5 millones de personas sería una "mala manera de celebrar" la Expo


BARCELONA, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

El viceprimer secretario y portavoz del PSC, Miquel Iceta, recordó hoy al Gobierno del PSOE que, "como su nombre indica, es el Gobierno de toda España, y por tanto ha de garantizar también el derecho universal a disponer de agua para beber" de los ciudadanos del área metropolitana de Barcelona.

En rueda de prensa tras la Ejecutiva del PSC, Iceta defendió la postura del Govern de estudiar la posibilidad de trasvasar agua del Segre al Llobregat "como medida puntual para solucionar una situación de emergencia" en la que falte agua de boca en Barcelona.

Iceta advirtió así al Gobierno del PSOE de que si veta el trasvase del Segre, como apuntó el viernes la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, debería plantear "otras posibilidades para garantizar el suministro" a los cinco millones de personas que viven en este área.

El portavoz del PSC llegó a ironizar apuntando que si De la Vega dijo que no al trasvase del Segre, querría pensar que es "porque tiene reservas (de agua) que se desconocen y que resolverán el problema".

Aun así, remarcó que la Generalitat aún no ha formulado formalmente la propuesta de trasladar agua del Segre, puesto que está estudiando con detalle el proyecto y sus alternativas, pero admitió que cualquier solución de emergencia a la falta de agua de boca que puede producirse en otoño, si sigue sin llover, debería decidirse "a lo largo del mes de abril" para que pueda aplicarse después del verano.

SAURA FUE DEMASIADO "TAXATIVO".

Iceta dijo ser comprensivo incluso con las declaraciones del presidente de ICV y conseller de Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, cuando acusó de "desleal" y "frívola" a De la Vega, pero le reprochó que fuera "tan taxativo ante una propuesta que aún no se ha formulado explícitamente".

El dirigente del PSC destacó que cualquier propuesta de una comunidad autónoma debe ser estudiada con "atención" por el Gobierno central.

En este sentido, advirtió también al presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, de que "sería una mala manera de celebrar una Exposición Universal dedicada al agua dejando a cinco millones de personas sin agua de beber a 300 kilómetros".

NO HAY RAZONES LEGALES PARA DEJAR SIN AGUA.

"Espero que nadie esgrima razones legales para dejar sin agua a cinco millones de ciudadanos", recalcó Iceta, en alusión a las palabras de Iglesias, que apuntó que el Estatuto de Aragón no permite un trasvase del Ebro.

Aun así, dijo no poder imaginarse que "de forma consciente" el Gobierno central deje a estos millones de barceloneses sin agua de boca.

Iceta dijo esperar que las medidas que ya se llevan a cabo de recuperación de acuíferos y traslado de agua en barcos sean suficientes para evitar la emergencia que supondría, si no llueve hasta otoño, la falta de agua de boca en el área metropolitana, pero remarcó que el Govern "tiene la obligación de tener previstas soluciones al peor de los escenarios".

Por ello, remarcó que, aunque el PSC es un partido que rechaza la política de trasvases, daría su "pleno apoyo" a que, "como ultimísimo extremo", se pueda "captar agua de una cuenca para llevarla a otra" si fuera necesario para solucionar la emergencia puntual.

Expresaba así su total apoyo a la postura mantenida por el Govern y por el presidente de la Generalitat, José Montilla, quien defendió esta misma posición en la Ejecutiva del PSC de hoy, como primer secretario del partido.

Preguntado sobre si, con este razonamiento, el PSC aceptaría que Valencia reclamara un trasvase de agua del Ebro de forma puntual, Iceta respondió que sí "si existe esta necesidad de agua para beber" que existe en el área metropolitana de Barcelona de cara al otoño.

"No tengo ningún enemigo al que decir 'ni agua'", bromeó, y aseguró que el agua para beber es un "derecho inalienable y fundamental que debe ser garantizado para todo el mundo".

Ante esta necesidad, dijo estar dispuesto a "escuchar sugerencias y propuestas" del Gobierno central y de todas las fuerzas políticas, incluso los planteamientos de CiU sobre un trasvase del Ródano.

Aun así, esgrimió el coste económico, la tardanza que supondría este trasvase --el agua llegaría en diez años, según Iceta-- y la dependencia que supondría de la comunidad de regantes de un país vecino para rechazar la propuesta de CiU.