VIGO, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un vertido de agua de la red de abastecimiento tiñó hoy de color blanquecino el cauce del río Lagares a su paso por la zona de Castrelos, en Vigo y, aunque los técnicos tomaron muestras del vertido, el hecho de que sea agua de la traída resta posibilidades de que haya residuos contaminantes.
Así lo explicó hoy el alcalde, Abel Caballero, en su comparecencia ante los medios tras presentar las obras de humanización de la alameda de Bouzas. El regidor confirmó que el vertido fue detectado a las 8.30 horas en la confluencia de las zonas de Pontenova y Fontesanta, en la parte trasera del parque municipal de Castrelos.
Según afirmó, la concejal de Medio Ambiente, Chus Lago, así como técnicos municipal, de Aqualia y de Augas de Galicia acudieron al lugar para realizar "una primera inspección ocular" y tomar muestras. Las primeras investigaciones determinaron que el vertido se produjo por una rotura de una tubería de abastecimiento a unos 400 metros del cauce del río.
La llegada del agua de la traída al río ocasionó que se removieran los lodos del fondo y provocó que el caudal se tiñera de blanco. No obstante, Caballero insistió en que el vertido es de "agua potable" y que "en principio, "no hay contaminación ni lugar para la alarma".
Caballero hizo estas afirmaciones tras presentar las obras de humanización (fase I) del barrio de Bouzas, que supondrán una inversión de 545.000 euros y se prolongarán durante 4 meses, desde el próximo 18 de agosto.
Además de la mejora del pavimento y aceras, se incluirán más zonas verdes, y la humanización se completarán con futuras obras en otras zonas del barrio que pueden incluir, tal y como estudian Ayuntamiento y Zona Franca, la construcción de un túnel desde Beiramar hasta la rotonda del relleno, para dejar la superficie semipeatonal
