ISLAMABAD, 18 Ago. (Reuters/EP) -
El activista político paquistaní Jhangir Ahktar ha anunciado este jueves que tiene previsto realizar una huelga de hambre en septiembre, cuando termine el mes del Ramadán, para protestar por la corrupción y el elevado presupuesto del Ejército, siguiendo el ejemplo del activista indio Anna Hazzare, que ayunará durante quince días como señal de protesta por la corrupción en su país.
Ahktar, un hombre de negocios de Islamabad que ya ha realizado otras huelgas de hambre para protestar por la mala gestión del Gobierno paquistaní, ha explicado que comenzará su ayuno cuando termine el mes del Ramadán.
El activista político ha indicado que su campaña tiene como objetivo que el Parlamento paquistaní "apruebe una ley contra la corrupción y recorte el presupuesto del Ejército". Akhtar ha reconocido que apoya la protesta de Hazzare pero ha subrayado que el activista indio no ha inspirado su huelga de hambre porque él la había planeado antes.
"He anunciado mi huelga de hambre antes que Anna Hazzare pero, debido al Ramadán, la he pospuesto porque la costumbre en Pakistán es no se puede tomar agua durante el Ramadán", ha afirmado Ahktar, que ha detallado que comenzará su protesta el próximo 12 de septiembre.
El Ejército paquistaní, que ha gobernado el país durante casi la mitad del periodo posterior a su independencia, está siendo cada vez más criticado por recibir una cuarta parte del presupuesto total, mientras que la Educación y la Sanidad apenas se llevan un 2 por ciento de las asignaciones económicas.
Ahktar ha asegurado que confía en llamar la atención sobre la necesidad de aprobar una ley contra la corrupción en la Asamblea Nacional paquistaní y de derivar fondos del presupuesto militar a otras cuestiones que afectan directamente a la sociedad paquistaní, como el maltrecho sector energético.
"Pakistán es un país en vías de desarrollo y, en nuestro país, los dos problemas más importantes son la corrupción y el alto porcentaje de gasto que se destina al presupuesto del Ejército", ha explicado el activista.
Pakistán está catalogado como uno de los países con mayor nivel de corrupción del mundo. De hecho, la ONG Transparencia Internacional le situó en 2010 en el puesto número 34 de su lista de países con más sufren esta lacra.
"En Pakistán, la situación es peor ahora", ha subrayado. "La crisis económica está aquí, el terrorismo está aquí, hay inestabilidad política. Hay muchos problemas que se reflejan en nuestra sociedad. Lo que estoy intentando demostrar y decir es que un paquistaní normal tiene poder", ha explicado.