Actualizado 20/07/2007 13:49

Adenex alerta que una empresa inicia los trámites para la obtención de permisos de investigación de uranio en Don Benito

MÉRIDA, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -

La asociación ecologista Adenex alertó hoy que la empresa canadiense Mawson Resources Ltd. ha iniciado los trámites para la obtención del 100% de los permisos de investigación de uranio en Don Benito.

La empresa, según informó Adenex en nota de prensa, pretende conseguir, de la Junta de Extremadura, dos "permisos de investigación" en las áreas de La Haba, Corredor de la Guarda y Las Cruces-Manantial (17.837 hectáreas), por un periodo inicial de tres años.

Este mismo año, Mawson Resources se ha asegurado cuatro derechos de exploración de uranio que alcanzan 11.400 hectáreas en la provincia de Salamanca.

Los precedentes de la explotación de uranio en esta zona fueron emprendidos exclusivamente por agencias estatales como la Junta de Energía Nuclear (JEN), en los años 60, y la Empresa Nacional del Uranio (ENUSA), en los años 80 y 90.

En Extremadura se han explotado varios yacimientos de uranio, en las conocidas Minas de La Haba, un conjunto de minas en los Términos de Campanario, Quintana de la Serena y La Haba, paralizados en 1990.

Según añade Adenex en nota de prensa, La Minas 'Hoya del Lobo' y 'Pedregal' han sido utilizadas como cementerio de residuos radiactivos, con el "secretismo" que siempre acompaña a la industria nuclear.

"Los extremeños no conocemos aún la naturaleza exacta de los residuos depositados, ilegalmente, a principios de los años 70, procedentes de un accidente que tuvo lugar en un reactor experimental de la Junta de Energía Nuclear, en Madrid, ni el contenido de los 577 bidones procedentes del CIEMAT, depositados en 1993. Seguramente, nunca lo sabremos", apuntó.

En opinión de Adenex, las explotaciones de uranio conllevan un tipo de minería "muy agresiva" con el medio ambiente, por la extracción propia del mineral, el movimiento de miles de toneladas de tierras y la destrucción del paisaje.

Además, según insistió, está "sobradamente demostrada", a través de trabajos científicos y estudios epidemiológicos, la relación causa-efecto entre la actividad minera del uranio y diferentes enfermedades de riñón y de pulmón, además de cáncer.

Por otra parte, la minería del uranio sirve para proporcionar combustible a las centrales nucleares, industrias "probadamente inseguras, peligrosas y contaminantes", además de "innecesarias" para la producción de energía en Extremadura.

El área en la que se pretende realizar la explotación minera conserva dehesas de encinar de "gran interés" ecológico y paisajístico, con gran variedad de fauna y flora, formando parte de la Red Natura 2000 de espacios protegidos de la Unión Europea.

La mina se encuentra en el borde del río Ortigas, que desemboca en Medellín, por lo que un accidente o vertidos involuntarios podrían afectar a las Vegas Bajas del Guadiana.

"La Junta de Extremadura no debería conceder a los canadienses de Mawson Resources las autorizaciones para emprender esta explotación, negándose a vender territorio para un proyecto contaminante y de alto riesgo para la seguridad y la salud humana", concluyó.