Actualizado 14/01/2009 15:09

Arrestados siete policías chinos tras la muerte de un detenido


PEKÍN, 14 Ene. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

Siete policías chinos han sido arrestados tras la muerte en prisión de un hombre en la provincia china de Jiangxi, al este del país, según informa hoy el rotativo 'Shanghai Daily', que precisó que entre los detenidos se encuentran dos subjefes de los equipos de investigación de la capital provincial, Nanchang.

De acuerdo con el diario, la muerte del preso, Wan Jianguo, se produjo el pasado 8 de agosto, poco más de un mes después de ser detenido, aunque la noticia no se ha conocido hasta ahora. Su familia todavía no ha recibido los resultados de su autopsia, aunque han sido informados de que su pariente murió por motivos "anormales".

Wan, representante de una farmacéutica local, se encontraba bajo custodia policial por la muerte de seis enfermos, fallecidos en mayo tras habérseles inyectado un fármaco producido por la compañía Jiangxi Boya Bio Medicine. El motivo por el cuál Wan había sido retenido, cuando era empleado de otra farmacéutica, no ha sido aclarado.

El diario cita una fuente del departamento de seguridad pública local (de quien depende de la Policía) señalando que la investigación sobre el caso continúa abierta, y especula con que el detenido probablemente falleció tras sufrir una paliza.

El departamento de seguridad local habría llegado a ofrecer recompensar con el título de "héroe y modelo de segundo grado" a los agentes que desvelaran el misterio de las inyecciones asesinas, lo que habría empujado a los agentes a investigar, con excesivo celo, un caso que, además de poner en evidencia las grietas que siguen existiendo en los controles de calidad de los productos chinos, también muestra que el uso de la tortura para arrancar confesiones sigue siendo frecuente en el país asiático.