Actualizado 20/07/2007 13:50

China.- China cambia estrategia para limpiar su imagen y retira licencias a exportadores de productos deficientes

Hasta ahora acusaba a la prensa extranjera de haber emprendido un campaña de difamación


BEIJING, 20 Jul. (de la corresponsal de EUROPA, Débora Altit) -

El organismo encargado de velar por la salud pública en China anunció hoy que ha retirado la licencia a los fabricantes que exportaron productos de deficiente calidad a varios países, en un movimiento destinado a lavar su imagen pública internacional.

Hasta hace apenas unos días, las autoridades chinas habían reconocido sólo parcialmente las acusaciones vertidas por otros países y habían acusado a la prensa extranjera de estar poniendo en marcha una injusta campaña de difamación destinada a dañar las exportaciones chinas.

Hoy, la Administración General para la Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena, órgano regulador chino con nivel equivalente a un ministerio, informó de que ha retirado la licencia a Taixing Glycerin, la empresa que exportó glicol dietileno caducado que posteriormente fue utilizado como un sustitutivo de la glicerina en la fabricación de jarabes en Panamá y causó la muerte de al menos 51 personas. El glicol dietileno, más barato que la glicerina, no es apto para el consumo.

También la compañía Xuzhou Anying Biologic Technology Development, que falseó el contenido nutricional de un pienso para mascotas, añadiéndoles melamina (que hace que aumente, aparentemente, el nivel de proteínas) y causando con ello la muerte de miles de perros y gatos en Norteamérica, ha sido cerrada.

"Agregó de forma ilegal melamina en algunos de sus productos que no cumplían el contenido proteico acordado en los contratos", reza el comunicado. La misma suerte ha corrido la empresa Binzhou Futian Biology Technology, que adulteró sus productos utilizando idéntica práctica.

En cuanto al pescado y marisco procedente de piscifactorías chinas y prohibido en Estados Unidos, la institución ha reconocido que no cumplía con la normativa al contener cantidades inusuales de antibióticos y otros residuos, si bien ha señalado que se trataba de granjas ilegales.

"Estos productores no estaban registrados en la agencia china, por eso esquivaron nuestros controles", declaró en rueda de prensa el director de la administración, Li Changjiang.

Li, no obstante, negó las afirmaciones llegadas desde la agencia alimentaria y del medicamento filipina, que ha asegurado esta semana que una conocida marca de caramelos de leche de Shanghai, "Conejo blanco", producida desde hace casi 50 años por el grupo Guan Sheng Yuan, contenga formaldehído, compuesto cancerígeno. "Realizamos análisis y no encontramos ninguna prueba de que los caramelos contengan formaldehído", dijo Li.

El ambiente de recelo y cierta histeria colectiva respecto a la fiabilidad de los alimentos y fármacos chinos --las medicinas del país también han sido responsables de varios escándalos nacionales, que terminaron costándole la vida al director de la agencia del medicamento china, Zheng Xiaoyu, ejecutado hace diez días tras ser encontrado culpable de aceptar sobornos para aprobar la comercialización de medicinas que no habían superado los controles--, no es única, sin embargo, de la prensa y la comunidad internacional, pese a las protestas de las autoridades chinas.

Ayer se pudo saber que otro supuesto escándalo alimentario que sacudió a la opinión pública a principios de mes, provocando acalorados debates en la prensa e internet, había sido la creación de un periodista. Zi Beijia, redactor de un canal de televisión de Beijing, grabó un supuesto reportaje con cámara oculta en el que se mostraba como un fabricante ambulante de 'baozi', populares bollos rellenos, utilizaba cartón deshecho con sosa cáustica en vez de la carne de cerdo de rigor, cuyo precio se ha disparado en los últimos meses.

MEDIDAS PARA MEJORAR LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

Según explicó Li en la rueda de prensa, el Gobierno ha decidido poner en marcha medidas para coordinar el trabajo de los cinco organismos nacionales que actualmente se dedican a supervisar la seguridad alimentaria del país (la agencia ya mencionada más la Administración Estatal para la Industria y el Comercio, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Salud y la Administración Estatal de Alimentos y Fármacos) y hacer su trabajo más efectivo.

El director de la agencia intentó, además, transmitir una imagen de responsabilidad social, y recordó que su país está llevando a cabo reuniones sobre este tema con las autoridades estadounidenses, y para la próxima semana, además, se espera la visita de la comisiaria europea para los derechos del consumidor, Meglena Kuneva. "La seguridad alimentaria no es un tema de un solo país, sino un asunto mundial", señaló Li.

Y es que los malos titulares, según explicó también hoy en otro encuentro con la prensa extranjera Wang Hai, pionero en la defensa de los derechos de los consumidores en China, a la larga serán beneficios. "Los problemas de seguridad con las exportaciones en realidad han sido buenos, porque pueden ayudar a mejorar los estándares de calidad públicos y animar a que las compañías chinas se centren en la seguridad", opinó Wang.