BEIJING, 20 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
China negó hoy los resultados del informe estadounidense que critica la situación de la religión en el país asiático, al considerarlo un asunto de índole interna.
"China está profundamente ofendida y se opone firmemente al informe, que va en contra de los principios fundamentales de las relaciones internacionales e interfiere de forma abierta en los asuntos internos chinos", declaró hoy la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Jiang Yu.
El informe estadounidense, que destaca la represión religiosa existente en China y hablaba de un centenar de misioneros extranjeros expulsados del país este año --según algunos grupos, como parte de una campaña ordenada desde Beijing con vistas a los Juegos Olímpicos del próximo año--, ataca sin razón, a juicio de la portavoz china, las políticas religiosas y étnicas del país.
Sobre las denuncias concretas del documento al trato recibido por los miembros del grupo Falun Gong, sobre el que se dice que hay "informes creíbles debidos a torturas y maltratos", la portavoz no realizó ningún comentario.
Según Jiang, en China todos los distintos grupos étnicos gozan de libertad religiosa tal y como garantiza la ley. "Es un hecho innegable que no permite ninguna distorsión", afirmó. La portavoz insistió repetidamente en que el tema religioso era un asunto "nacional" en el que no aceptaba interferencia externa.
