MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
Compañías europeas y asiáticas compran minerales procedentes de República Democrática del Congo (RDC) que están proporcionando fondos a los grupos armados y alimentando de esta manera el conflicto, según un informe de la organización Global Witness.
Entre estas compañías figuran Afrimex y Amalgamated Metals Corp. (AMC), con base en Reino Unido, THAISARCO --con base en Bangkok y subsidiaria de AMC-- y la compañía Trademet, con base en Bélgica. El principal abastecedor de THAISARCO, la compañía congoleña Panju, vende minerales de las minas controladas por el rebelde Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo culpable de abusos a los Derechos Humanos, incluidos la violación y los asesinatos masivos, asegura el informe.
Varios millones de personas han muerto y muchas más se han convertido en desplazados como resultado de este conflicto que se ha alargado más de doce años, indica el documento. Además, señala, el Gobierno británico conoce los vínculos comerciales entre estas compañías y las partes en guerra pero no ha actuado. En 2008 el Gobierno halló que Afrimex, una pequeña compañía comercial, no cumplía las Guías para las Multinacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a la hora de comprar a suministradores que hacían pagos a un grupo rebelde.
"El Gobierno británico es el mayor donante bilateral de ayuda a RDC, y un país clave en su diplomacia. Su fracaso a la hora de pedir responsabilidades a las empresas británicas está dañando sus propios esfuerzos y permite que uno de los principales responsables del conflicto siga libre", afirma el director de Global Witness, Patrick Alley.
"Hemos pedido en innumerables ocasiones al Gobierno que preste más atención al papel de los minerales a la hora de alimentar el conflicto, y aún parece que está más preocupado en proteger los intereses económicos de sus compañías", añadió.
El deseo de conseguir o mantener el control de los recursos naturales en el este de RDC ha sido uno de los factores centrales del conflicto armado. Gran parte del enfrentamiento en esta zona, la región más afectada del país, se debe al control de los grandes depósitos de minerales, y las zonas mineras han cambiado de manos en repetidas ocasiones en las luchas de poder entre el Ejército y los grupos rebeldes y entre las alianzas variables entre las fuerzas armadas y las facciones rebeldes.
A pesar de los acuerdos de paz, la violencia aún se da en la actualidad en los dos Kivus, donde el mayor grupo rebelde son las FDLR, un grupo hutu ruandés. Algunos de los líderes de las FDLR han sido acusados de haber participado en el genocidio ruandés de 1994.
"A pesar de los últimos acontecimientos políticos y militares, incluido el aparente acercamiento entre RDC y Ruanda, la violencia contra los civiles desarmados continúa, e innumerables vidas se pierden todos los días", aseguró Alley.
"No es suficiente para las empresas decir que compran sólo de exportadores con licencia, cuando saben perfectamente que sus mediadores adquieren minerales a los grupos armados", continuó. "El fracaso de los gobiernos para que sus compañías respondan, el de Burundi y Ruanda para restringir el comercio a través de sus fronteras y el de los donantes y diplomáticos para afrontar explícitamente el papel del comercio de minerales, han contribuido a que continúe un conflicto que ha terminado con la vida de millones de personas", concluyó.