GINEBRA 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha advertido de que, seis meses después de la operación militar de Israel en la Franja de Gaza, la población no ha podido rehacer una vida normal "y se sume cada vez más en la desesperación". Asimismo, afirmó que "la acción humanitaria no puede sustituir a las medidas políticas" y pidió a los Estados, a las autoridades políticas y a los grupos armados organizados que hagan lo necesario para salvaguardar "la vida y la dignidad de la población civil".
Según un nuevo informe del Comité, la población afronta cada vez más dificultades para poder vivir de sus ingresos, los pacientes gravemente enfermos "no reciben el tratamiento que necesitan" y miles de habitantes de Gaza cuyas viviendas y pertenencias fueron destruidas hace medio año "siguen careciendo de alojamiento adecuado".
El informe afirma que "las estrictas restricciones de movimiento de personas y bienes para entrar y salir de Gaza, impuestas durante los dos últimos años", son una de las principales causas de la crisis en el territorio. "Mientras no puedan importarse en la Franja de Gaza materiales de construcción y otros artículos esenciales, de poco servirán los casi 4.500 millones de dólares prometidos para la reconstrucción por los países donantes", advirtió el CICR.
En estas circunstancias, señaló la organización, la infraestructura esencial de agua y saneamiento son "insuficientes". "Cada día, se vierte por bombeo directamente en el Mediterráneo una cantidad de aguas residuales, poco o nada tratadas, equivalente a la capacidad de 28 piscinas olímpicas", afirmó el CICR. Aparte, los hospitales se encuentran con dificultades "porque los complejos y largos procedimientos de importación impuestos por Israel entorpecen la entrega de suministros médicos básicos como analgésicos y reveladores de placas de rayos X", añadió.
El cierre impuesto en Gaza ha dado lugar a un mayor desempleo y a un colapso económico, según el CICR. "Los residentes más pobres han agotado sus mecanismos para sobreponerse a las dificultades y, a menudo, tienen que rematar sus pertenencias para poder comprar lo suficiente para comer", indicó el jefe de la subdelegación del CICR en el territorio, Antoine Grand. "A largo plazo, el nivel de vida en declive tendrá efectos negativos en la salud y bienestar de la población. Los más afectados son los niños, que representan más de la mitad de la población de Gaza", agregó.
ACCÓN HUMANITARIA Y MEDIDAS POLÍTICAS
Por todo ello, el CICR pide que se levanten las restricciones del movimiento de personas y bienes. "Israel tiene derecho a proteger a su población contra los ataques", afirmó Grand. "Pero, ¿significa eso que un millón y medio de personas en Gaza no tienen derecho a llevar una vida normal?", se preguntó.
"La acción humanitaria no puede sustituir a las medidas políticas viables indispensables para realizar los cambios necesarios para la población de Gaza", manifestó el CICR, cuyo informe "hace un llamamiento a los Estados, a las autoridades políticas y a los pertinentes grupos armados organizados a fin de que hagan lo necesario para la reapertura de la Franja de Gaza y la salvaguardia de la vida y la dignidad de su población civil".