Actualizado 31/12/2009 14:04

La guerra se llevó por delante más de 1.700 vidas en Somalia este año

MOGADISCIO, 31 Dic. (Reuters/EP) -

El descenso en los enfrentamientos callejeros en la capital somalí, Mogadiscio, han provocado que este año se haya producido un número de muertes de civiles significativamente inferior al del año pasado --una diferencia de más de 5.000 fallecimientos-- a causa del conflicto, según afirmó el grupo pro Derechos Humanos Elman Peace.

Según esta organización, al menos 1.739 civiles murieron por el enfrentamiento en Somalia este año, en comparación con los 7.574 de 2008 y los 8.636 de 2007. "La cifra de muertos fue más baja este año porque no se ha dado un enfrentamiento cara a cara serio en Mogadiscio, sino decapitaciones y disparos de misiles", afirmó el vicepresidente de la organización, Ali Yasin Gedi.

Los islamistas comenzaron una insurgencia a principios de 2007 para expulsar a las tropas etíopes que apoyaban al Gobierno de este país del Cuerno de África. Por este motivo se produjeron enfrentamientos fuertes tanto en Mogadiscio como en las zonas del centro y sur del país hasta que los etíopes abandonaron el país.

Mientras, las agencias de seguridad occidentales aseguran que el país se ha convertido en un refugio seguro para los milicianos, incluidos los yihadistas extranjeros, que lo utilizan para planear ataques en toda la región y en otros países.

Pero se han dado pocos enfrentamientos con muchas bajas entre el Ejército y los insurgentes en la capital a lo largo de 2009. Los rebeldes se han centrado más en atacar objetivos del Gobierno y de la fuerza de paz de la Unión Africana (UA) con atentados suicidas que en actuar en zonas muy pobladas.

"La mayor parte de las muertes se produjeron en Mogadiscio, donde se han enfrentado la UA y el Gobierno por un lado y los rebeldes por el otro", afirmó Gedi, quien detalló que el conflicto ha dejado al menos 4.911 heridos y 3.900 familias desplazadas, además de subrayar que se ha convertido en una de las peores crisis humanitarias.

Mientras que la cifra de muertos civiles fue inferior a la de los dos años anteriores, los habitantes de la capital temen que pueda producirse un aumento de la violencia. A esto se une la acusación de los residentes al grupo islamista radical Al Shabaab, del que afirman que ha estado reclutando a jóvenes de manera forzosa para preparar un ataque.