Actualizado 14/11/2007 18:30

Irak.- Jordania alberga a medio millón de refugiados iraquíes, en su mayoría suníes y casi el 80 por ciento en el paro


AMÁN, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

Jordania alberga a medio millón de refugiados iraquíes huidos de la guerra que asola a su país, una mayoría de ellos seguidores de la confesión suní y casi el 80 por ciento en el paro, según informó un instituto de estudios internacionales citado por la agencia humanitaria de noticias IRIN.

Estos datos son el resultado de seis meses de investigación efectuada por el Instituto FAFO sobre Estudios Internacionales Aplicados, con sede en Noruega, a petición de las autoridades jordanas, interesadas en conocer el número exacto, la religión y el perfil económico de los iraquíes refugiados en el reino.

"Aunque se han difundido cifras de hasta un millón, un 16 por ciento de la población total, este estudio concluye que había entre 450.000 y 500.000 iraquíes residiendo en Jordania en mayo de 2007", declaró el director de gestiones de FAFO, Jon Pedersen.

La mayoría de los iraquíes vive en la capital, Amán, y el 95 por ciento no tiene previsto regresar a su país. El 20 por ciento incluso se plantea emigrar a un tercer país. Una mayoría de ellos procede de Bagdad y llegó a Jordania después de marzo de 2003, cuando comenzó la invasión liderada por Estados Unidos.

En cuanto a su situación económica, apenas el 22 por ciento de los iraquíes adultos residentes en Jordania tiene trabajo. El resto está en el paro. Cerca del 60 por ciento de los que trabajan tienen sus propios negocios personales.

La mayoría de los refugiados iraquíes pertenecía a la clase media, pero muchos de ellos han perdido claramente su nivel de vida debido a la falta de trabajo y a los altos precios de Jordania. Por todo ello, la mayoría depende de la ayuda financiera que le mandan sus familiares desde fuera de Oriente Próximo, sobre todo desde Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Suecia.

Jordania ha puesto en marcha recientemente una estricta política fronteriza con Irak para impedir nuevos flujos de refugiados. El Gobierno de Amán ha asegurado que albergar a los refugiados le cuesta alrededor de mil millones de dólares al año, por lo que ha pedido ayuda a la comunidad internacional.